Nuno ha empezado con problemas. No es ninguna quimera asegurar que el equipo valencianista no carbura en este inicio de temporada y la exigente afición ché lo ha hecho notar. Silbidos el día del partido de ida de la previa de la Champions, silbidos el otro día ante el Deportivo.
Y es que la afición valencianista no es de las que se conforma con cualquier cosa. Dos puntos en Liga y estar a cuatro puntos de la cabeza ya ha hecho saltar los nervios. Los comienzos siempre son cruciales para el Valencia y no empezar bien es motivo de preocupación. Nuno sabe a lo que se expone y sabe que está cuestionado desde el primer día.
La verdad es que todo se puede remontar a finales de la temporada pasada, con la salida de Rufete y Amadeo Salvo. Nuno parecía que había ganado la partida ante el director deportivo entonces, pero se vio enseguida que no. La marcha de Otamendi no fue consentida por el entrenador que tuvo que tragar ante la opción de venderlo a alto coste
Esta temporada el equipo ha empezado empatando en Vallecas a cero y ante el Deportivo a uno. La realidad es que mereció ganar los dos encuentros con ocasiones claras pero también es cierto que la conclusión es que tiene dos puntos y que las sensaciones no son buenas con un sólo gol marcado, el de Negredo el otro día.
Esta afición, que vitorea por las calles la clasificación a Champions y que cuatro días más tarde pita al equipo por empatar en casa en un dia malo, es la que tiene el Valencia. Esa es la afición con la que tiene que lidiar Nuno y no lo tendrá fácil. Para empezar el portugués tiene el apoyo de Jorge Mendes, su representante, y tiene el apoyo de miembros del consejo. Ni mucho menos la destitución está ni pensada pero no va a tener Nuno un año fácil. Así es el Valencia.