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Yannick Carrasco pide paso tras su gran partido ante el Valencia

El belga, que marcó un golazo ante el Valencia, es la sensación del Atlético en los dos últimos partidos.

El belga, que marcó un golazo ante el Valencia, es la sensación del Atlético en los dos últimos partidos.
Yannick Carrasco celebra su golazo al Valencia. | EFE

Yannick Carrasco, extremo belga del Atlético de Madrid, multiplicó su evolución en el equipo rojiblanco frente al Valencia, ya adaptado a los aspectos tácticos del colectivo y con un golazo de desborde y precisión en el disparo, una "especialidad" de un futbolista que ya apunta al once tipo.

Su irrupción en el Atlético y en la Liga española ya es un hecho. En los primeros ocho encuentros oficiales apenas jugó 101 minutos entre cuatro duelos; en los últimos cuatro ha disputado 245, ha marcado dos goles, ha dado una asistencia -a Saúl Ñíguez contra el Astana- y ha desplegado todas las cualidades esperadas.

Atrás queda ya el periodo de adaptación a un equipo hecho. Fichado el pasado verano desde el Mónaco, como un recambio, con características muy diferentes, al turco Arda Turan, traspasado días antes al Barcelona, ha ido asumiendo paso a paso la exigencia táctica, sobre todo defensiva, de un bloque como es el Atlético.

El orden defensivo y "cerrar líneas" es lo que más le costó en sus primeros días en el Atlético, cuando completaba sus primeros entrenamientos a las órdenes del argentino Diego Simeone en la concentración veraniega del equipo en Los Ángeles de San Rafael. "Con el tiempo aprendo bien", decía el 4 de octubre después de entrar al campo en el derbi ante el Real Madrid.

Ese partido, cuando fue el primer cambio del Atlético, en sustitución de Óliver Torres en el descanso, marcó un punto de inflexión en la evolución del extremo internacional belga. Desde ese momento, cuando contribuyó en el 1-1 en ese encuentro, fue el primer recurso desde el banquillo en Anoeta, donde marcó un gol, y ha sido titular en los dos choques más recientes, ante Astana y Valencia.

El cambio, según reconocía el propio Carrasco en zona mixta tras el choque ante el Valencia, ha radicado en "entrenarse duro y escuchar mucho al Cholo cuando te dice que tienes que hacer algo".

Su incuestionable crecimiento lo confirmó contra el Astana y lo redondeó contra el Valencia, con el 2-0, una jugada que comenzó y terminó él mismo sin pasos intermedios, desde la banda, con el robo de pelota, hacia el centro, con un quiebro, y hasta el tiro raso para batir a Jaume Domenech en el minuto 40. "Ahora, el próximo partido tiene que ser igual", dice un inconformista Yannick Carrasco, la sensación en los dos últimos partidos del Atlético, en los que ha derribado la puerta de la titularidad con dos encuentros consecutivos desde la alineación inicial. Es su momento en el Atlético, el de dar otro paso: afianzarse en el once.

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