Pep Guardiola ha vuelto a dejar boquiabierto a buena parte del fútbol mundial. Lo ha hecho, como dice su amigo Martín Perarnau, dando un paso atrás en la historia de este deporte. Y es que Pep utilizó un esquema más propio de otras décadas. Hasta cinco delanteros juntos sobre el césped sacó de inicio el técnico catalán en el partido de Champions ante el Olympiakos.
La composición táctica de el equipo tuvo el aroma que más le gusta a Guardiola. Disfrazó a algunos futbolistas en posiciones que no son las suyas. La distribución de los cinco delanteros tuvo a Kingsley Coman como extremo izquierdo y Arjen Robben por la derecha. Robert Lewandowski delantero centro y Douglas Costa con Thomas Müller unos metros más atrás. El chileno Arturo Vidal fue el único centrocampista dedicado a la contención.
No es la primera vez
Ante el Colonia este año ya probó con este mismo esquema, llegando incluso en posiciones ofensivas a transformarse en un 2-3-5. Algo más propio de los comienzos del fútbol que de la etapa moderna en la que vivimos.
El año pasado ante el Oporto, y por momentos, el Bayern ya juntó hasta a cuatro delanteros.