Un hecho insólito se ha vivido en la tarde del domingo en la Bundesliga. Se enfrentaban dos de los gallitos de la competición teutona, el Borussua Dortmund y el Bayer Leverkusen.
Corría el minuto 63 de partido. Una falta de Kiessling sobre un jugador del Dortmund la sirvió rápidamente Ginter tres metros más adelante del lugar donde se produjo la infracción. Tres toques después, gracias a una contra fulgurante, Aubameyang lograba el 0-1 que sería, a la postre, definitivo.
El tanto desató la indignación del conjunto local, especialmente del técnico de su técnico, Roger Schmidt, que fue expulsado por el colegiado por sus airadas protestas. La primera sorpresa llegó cuando el entrenador suizo se negó a abandonar el terreno de juego. El árbitro, Felix Zawyer, al darse cuenta, en vez de insistir a Schmidt para que se marchara del terreno de juego, tomó las de Villadiego y, ni corto ni perezoso, decidió irse él del campo y suspender el partido ante el asombro tanto de jugadores como de los aficionados presentes en el BayArena, entre ellos, el seleccionador alemán Joachim Low.
Tras diez minutos de surrealismo ilustrado de parón -en los cuáles Rudi Voller, director deportivo del conjunto de la aspirina, trató de convencer al colegiado-, el árbitro regresó al terreno de juego y el partido continuó sin más incidencias. Eso sí, ya sin Roger Schmidt en la banda.