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La plantilla del Olympique de Marsella está harta de Míchel, según 'L'Équipe'

El diario galo se ceba con el técnico madrileño y aseguran que el grueso de sus jugadores no aguantan al ex del Madrid.

El diario galo se ceba con el técnico madrileño y aseguran que el grueso de sus jugadores no aguantan al ex del Madrid.
El trabajo de Míchel, en entredicho | EFE

Míchel vive momentos complicados. Su paso por el fútbol francés está resultando tortuoso. Su equipo, el Marsella, lleva sin ganar desde hace casi seis meses (12 partidos) en su estadio del Velódrome.

Afición y prensa tienen al técnico madrileño en su punto de mira. "Los jugadores del OM, en su inmensa mayoría, no quieren a su entrenador. Saben que piensa únicamente en él", asegura el diario L’Equipe.

Una de las coas que le reprocha, según el diario francés, su plantilla a Míchel es el señalar culpables después de una derrota. Así, jugadores como Rekik, Bouna Sarr o Lucas Silva desaparecieron incluso de las convocatorias tras un traspié del OM.

L’Equipe es especialmente dañino con Míchel por el caso de Lucas Silva, centrocampista brasileño cedido por el Real Madrid. "Michel no carga públicamente a Lucas Silva porque pertenece a la Casa Blanca, donde espera entrenar algún día, pero ha hecho de él un recogepelotas después de presentarle como un crack a su llegada".

Además, el diario francés acusa a Míchel de utilizar en su dinámica de trabajo jerarquías muy marcadas: hay intocables -los jugadores con más nombre-, mientras los débiles quedan expuestos. "Todo es político con Michel, que da mucha importancia a los curriculum vitae y no diría jamas nada a las peticiones de Lass Diarra. Los sin grados, como Sarr, pagan los platos rotos".

Los bandazos de Míchel con varios jugadores -Manquillo, Rolando o Batshuayi- hacen que L'Equipe señale de veleta al madrileño: despiertan dudas al exentrenador del Olympiakos que "un día hace de sargento mayor y el otro de mejor amigo".

Mas allá de su gestión del grupo, es en el aspecto táctico que Michel no convence a su grupo. El año pasado, con Bielsa al mando del equipo, ese aspecto era esencial, pero esta temporada pasaría en el segundo plano. "Tácticamente las sesiones de Michel son ligeras, centradas muchas veces en las oposiciones y no en los conceptos específicos. Así, la progresión de los más prometedores es mínima", dice L’Equipe que destaca también las ausencias de instrucciones.

El rotativo galo termina con una frase que tira con bala sobre el trabajo de Míchel: " Bielsa podía irritar a algunos jugadores, pero la irritación de un vestuario que mejora sigue siendo mejor gasolina que la indiferencia de un grupo en estancamiento neto".

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