Es un hecho de cada vez más frecuente, o al menos de cada vez más notorio. Pero no por ello debe pasarse por alto ni restarle importancia. Máxime cuando las agresiones son tan brutales como la que se produjo el pasado sábado en Palma de Mallorca.
Se estaba disputando el duelo entre los equipos Baleares sin Fronteras y Son Ferrer, de Segunda Regional, cuando el árbitro Leandro Zozaya Ambrosio y su asistente Óliver fueron agredidos por diferentes jugadores y aficionados del Son Ferrer, conjunto del municipio de Calvià.
Según afirma Crónica Balear, los dos colegiados fueron golpeados durante varios minutos, recibiendo patadas, puñetazos y cabezazos. Tuvieron que ser trasladados en ambulancia y hospitalizados.
El partido, obviamente, se suspendió, en el minuto 53, y la policía local tuvo que actuar para evitar males mayores. Desde el Comité de Competición ya se ha afirmado que se pondrán todos los medios para conseguir que dichos agresores asuman las consecuencias por la vía penal ante el delito cometido.
El árbitro designado en el partido que figura en el encabezamiento MANIFIESTA:
PRIMERO: Que en el transcurso del partido, en el minuto 53, tras ser expulsado por doble amonestación el dorsal nº 9 del equipo SON FERRER, D. _____________________, se encaró de forma agresiva a mi persona e intentó pegarme un puñetazo, pudiendo esquivarlo y siendo sujetado por el delegado del equipo SON FERRER. Tras este incidente decido suspender el partido.
SEGUNDO: Acto seguido, el dorsal nº 17 del equipo SON FERRER, D. _____________________, me golpeó fuertemente por la espalda, en las cervicales y parte lateral derecha de la cara, lo que provocó que cayera al suelo.
TERCERO: Mientras estaba en el suelo, D. _____________________, jugador con licencia federativa del equipo SON FERRER, que estaba cumpliendo sanción del Comité de Competición, saltó al terreno de juego desde la zona de público y tras recorrer aproximadamente 40 metros llegó a mi posición y empezó a patearme, golpeándome en ambas caderas, brazo, muñeca y mano izquierda.
CUARTO: Al ver los incidentes, mi árbitro asistente de banquillos, D. _____________________, se adentró en el terreno de juego para protegerme e intentar separar al agresor de mí. Cuando intentaba separarlo, recibió intencionadamente un manotazo de D. _____________________ (el mismo jugador de antes) en la cara, concretamente en el entrecejo y pómulo izquierdo. D. _____________________, después de agredir a mi asistente, se dirigió corriendo a la zona de público.
QUINTO: Con la ayuda de mis asistentes y los jugadores del equipo BALEARES SIN FRONTERAS, pude acceder a mi vestuario, requiriendo al Delegado de Campo que solicitara la presencia de fuerza pública y asistencia sanitaria debido a que me sentía con dolores en las cervicales, con síntomas de muchas policontusiones y desorientado.
SEXTO: Al cabo de unos 10 minutos se personó la fuerza pública y posteriormente el personal sanitario, haciéndome una primera evaluación de los daños sufridos e indicándome que tenía que ir a la ambulancia y posteriormente ser trasladado a la Policlínica Miramar.
SÉPTIMO: Una vez en la Policlínica Miramar, me hicieron una primera exploración y acto seguido radiografías de cervicales, pelvis y muñeca izquierda. De los cuales se presenta parte médico y radiografías.
OCTAVO: Se quiere dejar constancia de la colaboración y apoyo recibido de los Delegados del equipo local BALEARES SIN FRONTERAS y de su Presidente.