A los 68 años decía adiós víctima de un maldito cáncer de pulmón, pero su llama permanecerá latente de por vida en el fútbol moderno.
Johan Cruyff jugó en seis equipos y entrenó a dos. Dejó huella en todos ellos, pero sin duda destaca por encima del resto su paso por el Ajax, el Barcelona y la selección holandesa, la llamada 'Naranja Mecánica', a la que condujo a la final del Mundial en 1974.
Consiguió un total de 34 títulos entre los que sobresalen las 3 Copas de Europa conquistadas como jugador del Ajax o la Copa de Europa que ganó con el Barcelona como entrenador. Sin embargo, el legado de Cruyff va mucho más allá de sus títulos. Y es que, es cierto que existen algunos futbolistas con más entorchados colectivos e individuales y entrenadores con un palmarés mayor que el del holandés, pero sin embargo Cruyff siempre será recordado como uno de los cuatro más grandes del fútbol. Lo hace por revolucionario, por haber cambiado la historia del deporte más universal del planeta.
Primero como futbolista, donde consiguió ser considerado el más influyente de su época, con esos cambios de ritmo que dejaba a los contrarios paralizados, ese juego con la cabeza siempre erguida, buscando a un compañero libre de marca, y ese liderazgo indiscutible en el campo. Luego como entrenador, en donde acabó transformando este deporte por completo.
Cruyff fue uno de los precursores de la defensa adelantada formada por tan solo tres futbolistas y en la que el portero debería dominar casi a la perfección el juego de pies. Además, el sistema defensivo se basaba en la posesión de balón. Cuando se perdía, la consigna era muy clara. Presión alta para recuperarla lo antes posible. Otra de sus innovaciones fue la de prescindir de un nueve de referencia, para que los centrales del equipo rival no tuviesen una figura fija a la que marcar. Conseguir sacarlos de posición y desordenar el entramado defensivo rival para que la segunda línea encontrara los huecos necesarios. Estos conceptos, hoy en día tan habituales, fueron totalmente rompedores en la época.
En el Barcelona, e incluso en la propia selección española, creó una identidad propia. Una idea. Una filosofía: el fútbol combinativo, ofensivo, atractivo, que hoy llora con rabia la muerte de su arquitecto.
Palmarés
- Como jugador
Ajax de Ámsterdam: 8 Ligas, 4 Copas de los Países Bajos, 3 Copas de Europa, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa.
FC Barcelona: Una Liga y una Copa del Rey
Feyenoord: Una Liga y una Copa de los Países Bajos.
Internacional con los Países Bajos: subcampeón del mundo en 1974 y tercero en la Eurocopa de 1976.
- Como entrenador
Ajax de Ámsterdam: Dos Copas de los Países Bajos
FC Barcelona: Una Copa del Rey, 4 Ligas, 3 Supercopas de España, una Copa de Europa, una Supercopa de Europa y una Recopa.
- Distinciones individuales
Mayor goleador de Europa en 1967, 1972
Máximo goleador de la Eredivisie (33 goles) en 1967
Mejor jugador de los Países Bajos en 1967, 1968, 1969, 1971 y 1984 Balón de Oro al Mejor Jugador Europeo en 1971, 1973 y 1974
Mejor jugador del Mundial 1974
Balón de Bronce al tercer Mejor Jugador Europeo en 1975
Mejor jugador de la NASL en 1979 y 1980
Mejor entrenador del Mundo, por la World Soccer Magazine 1987 Entrenador del equipo Ideal mundial, Once de Oro en 1992 y 1994 Mejor jugador neerlandés y europeo del siglo XX por la FIFA en 2004 Incluido en la lista de los 100 mejores jugadores del siglo XX en 2004 Premio Laureus al deportista con mejor carrera profesional en 2006