Media hora después de que terminara el partido ante el Wolfsburgo y tras el apoyo del presidente Florentino Pérez en el vestuario, comenzaron a desfilar los jugadores del Real Madrid por la zona mixta del estadio. Algunos como Pepe y Sergio Ramos, comparecieron ante los medios de comunicación para alentar a la afición de cara al partido del próximo martes. Un mensaje medido en el que la figura del árbitro era protagonista.
Sin embargo, muchos integrantes de la plantilla del conjunto blanco, acabaron indignados con la actuación del colegiado, Gianluca Rocchi. Tras varios minutos de silencio en el vestuario donde nadie, ni cuerpo técnico, ni jugadores hablaron, algunos comenzaron a comentar el mal partido que habían hecho y algunos, tras realizar esa autocrítica, comenzaron a acordarse del árbitro y las malas decisiones que había cometido en los primeros quince minutos de partido.
El análisis tuvo dos conclusiones. La primera, que la plantilla no había estado a la altura del partido en fútbol e intensidad y la segunda, que si el árbitro hubiera estado acertado, el resultado hubiera sido bien diferente. Jugadores como Jesé, calificaron la actuación del árbitro de "lamentable" y Cristiano Ronaldo quiso dejar claro a los periodistas que el tanto del primer minuto era "un gol mal anulado", repitió en dos ocasiones. Según ha contado además José Luis Sánchez de la Sexta, desde el Real Madrid le pidieron al portugués que no hablara ante los medios de comunicación. Temían que si dijera lo que pensaba, pudiera haber una sanción de la UEFA.
Pese al mal resultado de la ida, la plantilla considera que levantarán la eliminatoria sin problema. Hay que recordar que en el Santiago Bernabéu, desde la llegada de Zidane al banquillo, el conjunto blanco tiene una media de algo más de cuatro goles a favor por partido.