El pitido final del colegiado en el partido entre Levante y Atlético de Madrid marcó el pistoletazo de salida para un equipo que, pese a tener todavía al Celta en la última jornada liguera, sólo tiene en la cabeza el objetivo de ganar su primera Champions.
El conjunto rojiblanco está liderado a nivel de preparación física por el tantas veces elogiado Profe Ortega. Su trabajo al frente de ese apartado es impecable hasta el momento y como él mismo ha reconocido en numerosas ocasiones, el plan para la temporada no es aleatorio o improvisado. El cuerpo técnico del Atlético de Madrid planea su estrategia en función de los objetivos del curso y de los partidos que se intuye que se pueden tener en ese recorrido, pero ese plan se puede variar dependiendo las necesidades y del calendario.
El Atlético contaba con una temporada larga gracias a una buena participación en todas las competiciones. La ilusión de toda la plantilla era llegar a estas alturas del curso con la posibilidad de ganar la Champions y mantenerse en la pelea por la Liga. Sin el campeonato doméstico en el horizonte, el único partido que tiene el Atlético aparte de la final europea es el choque ante el Celta en el que ya no se juegan nada salvo ser segundos.
Desde hoy, los colchoneros tienen un margen de 18 días para preparar una mini pretemporada que les haga llegar en perfectas condiciones a la final del día 28. El sistema de cargas de trabajo se diseñara para que los jugadores lleguen frescos a San Siro sin perder el tono competitivo. En el equipo no ven con malos ojos el partido ante el Celta porque entienden que tantos días sin competir no sería recomendable.
Al contrario que pasó en 2014, donde el Atlético llegó con menos de una semana de descanso a Lisboa por jugarse y ganar la Liga en el Camp Nou, los hombres de Diego Pablo Simeone, si no hay lesiones de por medio como pasó con Diego Costa y Arda en Barcelona, estarán a disposición de su técnico en su totalidad. A día de hoy, el Cholo cuenta con toda su plantilla sin excepciones.
En el club rojiblanco no se descarta la posibilidad de incluir en esas dos semanas un período de concentración en Los Ángeles de San Rafael. Allí pasan dos semanas cada pretemporada, lo ven como una motivación a la hora de ir a lugar dónde todo empezó y además les suele traer buena suerte, como pasó en la previa de la final de la Copa del Rey que ganaron en el Bernabéu. En eso caso hay que matizar que la final era en Madrid, no fuera de España.