28 de junio de 1958. Partido por el tercer puesto del Mundial de Suecia. Francia golea por 6-3 a Alemania, con cuatro goles de Just Fontaine. Y esta noche en Marsella, 58 años después, los bleus han vuelto a ganar a los germanos, esta vez por 0-2 con un doblete de Antoine Griezmann, para acabar con una larguísima racha de casi 60 años sin ganar a su histórico rival en partido oficial y, lo que es más importante, meterse en la final de su Eurocopa, que el próximo domingo disputarán ante la Portugal de Cristiano Ronaldo.
Además, el equipo que dirige Didier Deschamps ha roto otra estadística, la de que Alemania nunca perdía contra un anfitrión de la Eurocopa. Varios maleficios se han visto quebrados en el Vélodrome, en un partido en el que Alemania fue mejor durante casi toda la primera mitad, hasta que Schweinsteiger cometió un absurdo a la par que claro penalti, justo antes del descanso, que Griezmann no desaprovechó. Está brillando el delantero del Atlético en su primera Eurocopa: ya lleva seis goles en su primera Eurocopa y muy posiblemente acabe como máximo goleador (lleva tres tantos de ventaja sobre un grupo en el que se encuentran sus compañeros Olivier Giroud y Dmitry Payet, además del propio Cristiano y el también luso Nani). Pero falta la puntilla, dar el título a una Francia que aspira a levantar su tercera Eurocopa en su tercera final, después de haber ganado las de 1984 y 2000.
Griezmann es el hombre de moda en Europa. Fue muy criticado en el arranque del torneo, pero hoy por hoy es el ídolo de la afición bleu. Aunque Alemania dominó en la mayor parte del primer tiempo, el mejor arranque del partido lo protagonizaron los anfitriones. Con la misma alineación que en el partido de cuartos contra Islandia (Deschamps volvió a insistir con Samuel Umtiti y Moussa Sissoko pese a que recuperaba a Adil Rami y N'Golo Kanté), Francia superó a la campeona del mundo en unos primeros minutos en los que Neuer sostuvo a su equipo, con una gran intervención a un disparo de Griezmann.
Fueron diez minutos de agobio para una Alemania que afrontaba esta semifinal con las bajas de Hummels, sancionado, de los lesionados Khedira y Mario Gómez, por lo que Joachim Löw tuvo que tirar de Schweinsteiger y sobre todo de Emre Can, su gran novedad en el once. Lo cierto es que la Mannschaft supo recomponerse y pasó a dominar el encuentro con una facilidad casi pasmosa, encerrando atrás a una Francia que se limitaba a buscar la sorpresa en contragolpes. Pero Griezmann no basta solo en estas lides, y seguro que el delantero del Atlético echó en falta al sevillista Kevin Gameiro, que sí es un futbolista letal a la contra y no cómo Olivier Giroud. Nadie duda de la calidad del jugador del Arsenal, pero el gunner estuvo muy lento ante el marco de Neuer y, a los 42 minutos, desaprovechó una buenísima ocasión para haber estrenado el marcador en Marsella.
Antes, Hugo Lloris, con un par de intervenciones de mérito, y Umtiti, providencial al cruce frente a un Müller que no ha podido dar su mejor versión en esta Eurocopa, evitaron que el juego alemán tuviese recompensa. Parecía que al descanso se iba a llegar sin goles, hasta que Schweinsteiger, en el descuento de la primera mitad, cometió un penalti por mano dentro del área que Griezmann se encargaría de transformar, desatando el delirio en el Vélodrome.
A la vuelta de vestuarios, Francia salió con los mismos derroteros que en la primera parte, buscando con velocidad la portería de Manuel Neuer, mientras que Alemania se vio golpeada muy pronto con la lesión de Jerome Boateng, que al cuarto de hora tuvo que dejar su puesto en el campo al valencianista Mustafi. Poco después, Löw también metió en el campo a Mario Götze, el héroe de la Mannschaft en el pasado Mundial de Brasil, en sustitución de un intrascendente Emre Can.
Los germanos estaban aturdidos y Griezmann culminó una bonita jugada, iniciada por Paul Pogba con un gran regate en el costado, al aprovecharse de un horrible despeje de Manuel Neuer en su salida. El 7 bleu se encontró la pelota en el área pequeña y no perdonó, haciendo subir el 0-2 al marcador y desatando el delirio de la afición local. Francia estaba más cerca de consumar su venganza ante una Alemania que la había eliminado en cuartos del pasado Mundial.
Parecía todo sentenciado, aunque lo cierto es que Alemania, casi con más corazón que cabeza, y viendo cómo el reloj corría rápidamente en su contra, se encargó de ponerle picante al partido en la recta final con buenas ocasiones para haber acortado el marcador. Entre ellas, un tiro al palo de Kimmich, una falta muy peligrosa bien lanzada por Draxler o un remate de cabeza del propio Kimmich desviado de manera fantástica por Lloris, otro de los héroes de Francia junto a Griezmann.
Los galos ya están en la final de su Eurocopa y el domingo podrían levantar su tercer trofeo. Además, en su gran templo futbolístico como es el Stade de France en Saint-Denis. Eso sí, con permiso de la selección portuguesa y de un Cristiano Ronaldo que, tras haber dejado en el camino a Gales, querrán ganar por fin el campeonato europeo más importante a nivel de selecciones tras la decepción vivida hace doce años en Lisboa frente a la Grecia de Otto Rehhagel.
Ficha técnica
Alemania, 0: Neuer; Kimmich, Höwedes, Boateng (Mustafi, m.62), Hector; Emre Can (Götze, m.66), Schweinsteiger (Sané, m.79); Draxler, Kroos, Özil; y Müller
Francia, 2: Lloris; Sagna, Koscielny, Umtiti, Evra; Pogba, Matuidi; Sissoko, Griezmann (Cabaye, m.92), Payet (Kanté, m.71); y Giroud (Gignac, m.78)
Goles: 0-1: m.45+1: Griezmann, de penalti; 0-2: m.72: Griezmann
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Mostró tarjeta amarilla los alemanes Emre Can (m.35), Schweinsteiger (m.45), Özil (m.45+2) y Draxler (m.50), así como a los franceses Evra (m.43) y Kanté (m.75)
Incidencias: Segunda semifinal de la Eurocopa 2016 disputada en el Estadio Vélodrome de Marsella ante 64.078 espectadores. Presenciaron el partido en el palco el presidente y primer ministro francés, Francois Hollande y Manuel Valls, respectivamente; el presidente federal alemán, Reinhard Grindel, y Ángel María Villar, vicepresidente de la UEFA