Era el cuarto empate seguido para el Real Madrid, el tercero en Liga. El equipo perdía el liderato y de malas formas. Tras un partido en el que dejaron mucho que desear ante el Eibar. La prensa esperaba a Zidane y tuvieron que esperar mucho más de lo habitual. El técnico galo compareció con retraso porque, durante casi 20 minutos, estuvo dando una charla a los jugadores en el vestuario.
El mensaje que les transmitió fue muy similar al que dio en rueda de prensa. Zidane no es esa clase de entrenadores que vende a sus futbolistas ante la prensa. Les acusó de "falta de intensidad" por cuarto partido consecutivo y previamente hizo lo mismo en el vestuario. "Falta concentración e intensidad. Desde el primer minuto hasta el último. No se puede salir así. Ya lo habíamos hablado", afirmó Zidane.
El técnico no chilló ni levantó la voz. En un tono serio, les recordó que "sólo con la camiseta del Madrid, no se ganan los partidos" y que "así no podían seguir". Zidane les pidió ser más agresivos, meter la pierna y llevarse así los balones divididos. Una conclusión que luego comentó ante la prensa.
Algunos jugadores le reconocieron al entrenador que tenía razón. Más tarde, Pepe, en zona mixta, no se cansó de repetir que no podían jugar sin intensidad. Son cuatro partidos consecutivos. Zidane asume que él ha cometido errores y que es el principal responsable y por eso, en estas dos semanas sin partidos, va a tratar de voltear la situación. Pero aun pensando que él ha fallado, sabe que los jugadores pueden dar mucho más de sí.