El París Saint-Germain tentó el pasado verano a Neymar con una jugosísima oferta que incluía hoteles a su nombre y hasta un jet privado. Así lo reconocía hace un mes y medio el agente del futbolista, Wagner Ribeiro, en una entrevista a ESPN Brasil, mientras que el propio jugador barcelonista reconocía la oferta del club galo horas después, aunque sin querer entrar en más detalles.
El entorno de Neymar reconoció que el equipo francés, que desde esta temporada entrena Unai Emery, estaba dispuesto a pagar la cláusula de 190 millones de euros.
Pero ahora el diario L’Équipe va más allá y desvela por qué se torcieron las negociaciones. En concreto, el culpable fue el padre de Neymar, que puso encima de la mesa dos exigencias que el jeque qatarí Nasser Al-Khelaifi, propietario del PSG, no iba a tolerar: un sueldo de 40 millones de euros netos y que el club se hiciera cargo de la multa de 45 millones que la fiscalía brasileña impuso a Neymar por evasión fiscal y fraude.
Ésta fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Al-Khelaifi, cuyo equipo ya fue multado en su día por la UEFA por culpa del fair play financiero. Asimismo, L'Équipe habla de petición "obscena" por parte del padre de Neymar acerca del sueldo que quería para su hijo en el PSG.
Cabe destacar que el crack brasileño acaba de renovar su contrato con el Barcelona hasta el 30 de junio de 2021, con una cláusula ascendente –200 millones de euros el primer año, 222 millones el segundo y 250 las tres últimas temporadas– con una ficha de hasta 25 millones anuales entre sueldo fijo y complementos.