El fútbol empieza a tomar conciencia poco a poco de los problemas de base de este deporte que arrancan con los niños y finalizan cuando los mismos alcanzan la etapa adulta. El aprendizaje de valores en edades tempranas se ha convertido en una obsesión para los clubes y en Valencia se ha producido un hecho que refuerza este fundamento.
El pasado 3 de junio se disputó un partido entre los alevines del CD Serranos y el Benicalap C. El choque con niños entre 10 y 11 años como protagonistas acabó con un marcador de 25-0 para el CD Serranos, algo que ha provocado la indignación de propios y extraños. El club autor de tan escandalosa goleada tomó una decisión poco habitual, pero muy contundente: destituir a su entrenador.
"Nosotros fomentamos el respeto al rival. Ha sido una decisión consensuada. Después del revuelo por el resultado, entendimos que el entrenador debía dejar su puesto", comentó Pablo Alcaide, responsable del área de la cantera en el equipo valenciano.
En el lado del entrenador ha tomado la palabra su abogado: "En ningún caso mi cliente animó a sus jugadores a que intentasen ampliar el marcador. Al revés, les dijo que dejasen de presionar en campo contrario. Pero el Benicalap C, que no disponía de cambios, seguía atacando y dejaba demasiados espacios".
El marcador del partido y la decisión posterior del club siguen generando polémica alrededor de los mismos ya que muchos ven excesivo el castigo al entrenador y otros lo ven como un buen ejemplo para que este tipo de cosas no se vuelvan a repetir.