El Consejo de Ministros decidió este viernes la "extinción" de las embajadas catalanas en el exterior, una red de oficinas encabezadas por delegados que no han ocultado que entre sus tareas estaba la promoción del proceso independentista.
En Copenhague —capital de Dinamarca—, la embajadora era Francesca Guardiola, hermana del entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, que ha ocupado este destino desde el pasado mes de abril, después de haber tenido que renunciar a su cargo como directora de Relaciones Exteriores de la Generalidad porque el Tribunal Constitucional anuló parcialmente hace un año la ley de acción exterior catalana.
Con la hermana del entrenador al frente, la oficina de Copenhague ha trabajado durante estos últimos meses en las relaciones bilaterales del Ejecutivo catalán con Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.
Pep Guardiola ha estado siempre en el foco de la polémica a cuenta del desafío independentista. Tras votar por correo en el referéndum ilegal del 1-O, el pasado día 18, minutos después de la victoria contra el Nápoles en la Champions (2-1), al preparador catalán no se le ocurrió otra cosa que dedicarle el triunfo de su equipo a los líderes de ANC y Ómnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart —conocidos como los Jordis—, encarcelados por el delito de sedición.
Días después, el técnico de Sampedor aseguró que era un "día triste para Europa, para el mundo y para la democracia" tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno español y destacó que "cualquier demanda de la sociedad es más importante que las leyes".