Gareth Bale es un portento de la naturaleza, un futbolista explosivo que, estando al cien por cien, es simplemente uno de los mejores del mundo. El problema es que se trata de un jugador de cristal (19 lesiones desde que fichó por el Real Madrid en verano de 2013), lo que le hace perderse la gran mayoría de los partidos. Tras empezar su carrera como lateral izquierdo, pasó a jugar de extremo y luego de mediapunta y hasta de nueve. ¡Ah! Y como se puede ver en la foto de portada que ilustra esta galería, siempre ha tenido unas orejas de soplillo que eliminó hace cinco años y medio mediante una otoplastia. El Expreso de Cardiff, un futbolista genial al que las lesiones le han privado de ser un crack aún mejor.

Juan Pablo Polvorinos analiza con Azpitarte, David Vinuesa y Sergio Valentín la previa del Atlético de Madrid - Real Madrid.