El RCD Espanyol no atraviesa un buen momento deportivo, pero su propietario, el empresario chino Chen Yansheng, no ceja en su empeño de convertir el club en uno de los grandes de España y de Europa, así como en un referente estrictamente deportivo en Cataluña. La última campaña de la entidad para la captación de socios es un ejemplo de esa ambición. En la actualidad, el club cuenta con 27.300 abonados y quiere llegar a los 40.000. El proyecto parte de un manifiesto de diez puntos en los que los gestores de la entidad desmarcan al club de la politización del deporte catalán.
Fútbol libre es el enunciado del decálogo que arranca así: "Porque en el Espanyol tiene cabida todo el mundo, piense lo que piense en todo aquello que no es fútbol". El segundo punto destaca que "nuestra diversidad la expresamos en blanquiazul". El documento resalta también la política de cantera, el papel pionero del club en materia de fútbol femenino, la "declaración de amor permanente al deporte" e insiste en el sexto punto en el carácter abierto: "Porque los pericos somos libres de pensar, de sentir y de hacer". El manifiesto es toda una refutación de los rasgos sociales del FC Barcelona, convertido en un altavoz del separatismo.
