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Cristiano Ronaldo es una locura (6-3)

Partido de manicomio con siete tantos en la segunda mitad. Cristiano marcó cuatro goles. Errores locales a balón parado.

Partido de manicomio con siete tantos en la segunda mitad. Cristiano marcó cuatro goles. Errores locales a balón parado.
Cristiano Ronaldo celebra junto a Nacho uno de sus cuatro goles al Girona. | EFE

¿Y si Cristiano Ronaldo hubiera marcado tantos goles a principio de temporada? ¿Y si Zidane hubiera dado más minutos a Lucas y Asensio? ¿Y si los jugadores hubieran tenido esta actitud en cada uno de sus partidos? ¿Y si…? Es una obviedad que este Real Madrid se parece muy poco al de los meses de septiembre, octubre y noviembre. ¿Por qué? Las respuestas están en esas y en muchas otras incógnitas que permiten diferenciar a dos Madrid opuestos.

Uno, el de principio de temporada, tierno, abatible, indolente y sin argumentos para levantar ningún título. Otro, el de las últimas semanas, temido en la Liga y en Europa donde vuelven a ser, por enésima ocasión, el máximo candidato a ganar la Champions League.

Y mucha culpa de ello lo tiene Cristiano Ronaldo que, increíblemente, va a pelear por ser otra vez Bota de Oro. Otros cuatro goles y los cuatro, al primer toque. Es insaciable y está en un momento ideal. Otra vez, en el tramo final de la temporada. 18 goles en los últimos 9 partidos. ¿No estaba en declive?

Igual que fueron criticados en su visita a El Cornellá ante el Espanyol, es de alabar la actitud con la que afrontaron el partido contra el Girona. Como si estuvieran peleando por la Liga ante el Barcelona. Los primeros diez minutos del Madrid fueron arrolladores. Y ante un equipo tan complicado de meter mano como es el Girona de Machín y su 3-5-2. En menos de un cuarto de hora, Bono evitó dos tantos claros. Una falta de Cristiano Ronaldo y un mano a mano ante Lucas tras una brillante pase de Benzema. Ese dominio tendría premio con el primero de los cuatro goles de Cristiano. Un saque de esquina en corto que culmina el portugués con su zurda. Un gran movimiento al primer palo y otro tanto al primer toque. Su especialidad.

El partido tuvo multitud de alternativas como uno puede intuir al ver el marcador. Cada vez que el Madrid bajaba el ritmo del partido, el Girona se metía de lleno en el encuentro. Donde otros equipos se hubieran venido abajo, los catalanes aprovechaban cada oportunidad para engancharse. Lo hicieron gracias a un excelso Portu y, sobre todo, a balón parado. Sus tres tantos llegaron de esta forma. El empate a uno en una falta lateral que cabeceó Stuani, libre de marca. Y aunque el Madrid, tras el empate, volvió a coger las riendas del partido, el partido se fue igualado al descanso.

Tras el paso por los vestuarios faltaban 45 minutos de auténtica locura donde se marcarían siete goles. El Real Madrid volvió a salir a tope y en la segunda jugada, volvió a marcar Cristiano en una definición perfecta. Hay que destacar cómo, ante la salida de Bono, el delantero mete la potencia y la altura perfecta para que el portero evite el tanto. Cristiano es un animal en el área pero su poker de goles no se hubiera producido sin el dinamismo de sus compañeros. El 2 a 1 es una magnífica combinación de Asensio con Benzema que filtró un perfecto balón entre los defensas. El francés se marchó sin mojar, es evidente que tiene un problema mental cuando tiene que tirar y no pasar, pero se habrá marchado contento porque su partido, esta vez, estuvo a la altura de la calidad que tiene. Y el público, que entiende de esto, lo reconoció con una ovación.

Lo mismo le pasó a Asensio. Ninguno marcó pero sus conexiones entre líneas o movimientos al espacio, fueron cruciales para desarbolar al Girona. El tercer tanto es sobresaliente. Benzema ganó la espalda de Maffeo tras una pared con Marcelo, centró a Cristiano y el portugués, consciente de que su control le quitó posibilidades de marcar, cedió perfectamente a la llegada de Lucas. Un tiralíneas imposible de defender. Y el cuarto gol volvió a tener a Benzema y Asensio como protagonistas. Estuvieron en casi todas. Un desmarque del español terminó en un disparo muy franco del francés ante Bono. Debía ser gol pero no lo fue. Hubo rechace tras la parada del portero y claro, ahí estaba Cristiano.

Sí pudo hacerlo mejor el Real Madrid en las jugadas a balón parado. Ocho minutos tardó Stuani en volver a ganar su duelo por arriba y marcar su doblete. Ojo al Uruguayo que se le caen los goles y puede formar un tridente con Cavani y Luis Suárez muy potente en el Mundial.

Llegaron los cambios. En el Madrid, Modric por Kovacic, Bale por Asensio y Benzema por Isco. Pese a la cantidad de goles, en el último cuarto de hora no pasaron demasiadas cosas pero aun así, hubo dos tantos en los últimos cinco minutos. Juanpe, en un saque de esquina, y el cuarto de Ronaldo, tras un pase de Toni Kroos. Con esta versión de Cristiano Ronaldo, el Madrid puede soñar con la Champions League. Un sueño muy real. La Liga, para el Barcelona porque durante muchos meses hubo demasiadas preguntas sin contestar en torno al Real Madrid.

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