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Europa League

Payet y Thauvin, la historia oculta de dos almas gemelas que pondrán en jaque al Atlético de Madrid

Payet compaginó su trabajo de dependiente con el fútbol en sus inicios. Thauvin, el Mozart francés, no despegó hasta que topó con un loco. 

Payet compaginó su trabajo de dependiente con el fútbol en sus inicios. Thauvin, el Mozart francés, no despegó hasta que topó con un loco. 
Dimitri Payet y Florian Thauvin | EFE

Dimitri Payet es uno de los futbolistas de más talento de Francia. Seguramente, en talento natural, sea el líder del país galo. Por condiciones, debería haber jugado en un grande. Jamás lo ha hecho. ¿Por qué? Su díscolo carácter le ha condicionado siempre.

Payet no tuvo un comienzo sencillo en el mundo del fútbol. Con sólo once años ingresó en el centro de formación del Le Havre, una de las canteras más prolíficas del fútbol francés.

Sin embargo, Dimitri no se adaptaba y eso le hizo tirar la toalla y volver a su ciudad natal en la Isla Reunión. Allí tuvo que buscarse la vida y comenzar a trabajar para ayudar a su familia. Parecía que el sueño de convertirse en futbolista profesional se esfumaba. Sin embargo, era tal su talento natural, que seguía llamando la atención de muchos ojeadores. En 2005, con 20 años, el Nantes llamó a su puerta. En sus primeros meses con los canarios, Dimitri compaginaba el fútbol con su trabajo de dependiente.

Tras el Nantes, Payet jugó en otros equipos de Francia como Saint-Étienne o el Lille. De ahí el salto a la Premier de la mano del West Ham, donde sacó todo lo que lleva dentro y se convirtió en una de las principales figuras de la liga inglesa.

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Deschamps decidió convocarle para dos amistosos ante Holanda y Rusia. No defraudó y fue convocado para la Eurocopa de 2016, en la que brilló con luz propia. En este pasado mercado de invierno, y tras declararse en rebeldía, Payet volvía a Francia para ser el auténtico referente del Olympique de Marsella y cerrar el círculo. De dependiente ajefe de reparto. Y es que esta temporada Dimitri ha dado un auténtico recital de asistencias. Nada más y nada menos que 24 pases de gol ha regalado el talentoso centrocampista.

Thauvin, otro enorme talento natural

Si Payet es el cerebro ofensivo del OM, Florian Thauvin es el cuchillo jamonero de los marselleses. Este centrocampista zurdo, tremendamente habilidoso y con facilidad para marcar, acumula 26 goles en 52 partidos y 18 asistencias, ha terminado de explorar su tremendo potencial a sus 25 años.

Apodado Mozart en Francia por su tremendo talento, Thauvin ha aprendido a controlar sus emociones. Algo que le costó mucho tras ser considerado el nuevo mirlo blanco francés. En 2012 fue elegido mejor jugador joven tras destacar en el Bastia. Sin embargo, y pese a unas tremendas condiciones técnicas, su cabeza le frenaba. Florian fue dando tumbos. Recaló en el Lille donde jamás llegó a debutar. Tras salir cedido al Bastia, fichó por el Olympique de Marsella que pagó 15 millones de euros.

En sus dos primeras temporadas no consiguió destacar, por lo que se marchó al Newcastle por otros 15 millones de euros. Con las urracas nunca despegó (1 gol en tan sólo 16 partidos jugados), por lo que decidió volver a Francia. Allí se topó con un loco. Un Marcelo Bielsa que consiguió entrar en su complicada cabeza, hacer algún arregló y exprimir todo su talento. Aunque para ello tuvo que darle muchos palos. "Es un jugador lleno de condiciones que con el tiempo podría llegar a ser uno de los mejores del mundo", dijo de él el loco. "Me ha aportado mucho y eso que me sustituía muchas veces", advierte sobre el argentino Thauvin.

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Esta temporada, con Rudy García, ha destapado el tarro de las esencias. Acumula 26 goles y 18 asistencias. Mozart ya no desafina.

Thauvin y Payet, dos almas gemelas llenas de talento a los que el Atlético deberá anular si quiere alzarse con su tercera Europa League.

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