Una vez más, Cristiano Ronaldo tiene la oportunidad de escribir su nombre en el libro de las leyendas del fútbol mundial. Con el gol ante Marruecos, que ha ayudado a consumar la victoria de los lusos, se posiciona segundo con 85 goles en la tabla de goleadores con las selecciones nacionales, pero es que, además, lleva cuatro goles en este Mundial y se sitúa como favorito para alzarse con la bota de oro del torneo.
En el encuentro ante España hizo algo inédito a lo largo de su carrera: anotar un hat-trick en un torneo de esta dimensión. Lo que llama aún más la atención es que, revisando las estadísticas de Cristiano en sus otras participaciones en Copas del Mundo, el portugués no había sido capaz de anotar más de un tanto. En el de 2006 en Alemania, en el de Sudáfrica de 2010 y en el pasado de 2014 en Brasil, sus registros como goleador fueron muy pobres.
Con estos cuatro goles tiene a tiro, además del pichichi en este Mundial (el próximo encuentro es frente a Irán), el mejor registro de un futbolista portugués en un Copa del Mundo. Ese honor lo ostenta Eusebio que logró 9 en el de Inglaterra de 1966.
Su próximo objetivo será el de coronarse como el goleador histórico de las selecciones nacionales. El hat-trick le permitió igualar a Puskas (84) y el de hoy ha sumado el tanto 85 en su casillero. En lo más alto de la clasificación se encuentra Ali Daei con 109 goles con, precisamente, Irán. En el horizonte para alcanzar el registro le quedan una Eurocopa y un Mundial, como mínimo. Sin ningún competidor cerca que pueda arrebatarle ese honor, podría volver a convertirse en leyenda.