Tras las dos primeras jornadas, España y Portugal comparten liderato del grupo B con 4 puntos. En la última jornada, España se mide a una Marruecos que ya está eliminada, mientras que Portugal se enfrenta a Irán. Los de Queiroz se lo juegan todo a una carta.
En estos momentos, ambas selecciones, que igualaron a 3 en su duelo particular, están empatadas a todo. Puntos, 4 cada uno, goles a favor, cuatro y goles en contra, tres.¿Qué pasaría si, tras la disputa de la última jornada, está situación se mantiene? Es decir, que ambas calquen el mismo resultado, por ejemplo, una victoria por 1-0 o un empate 2-2?
Ambas pasarían a octavos, pero, ¿quién lo haría como líder de grupo? Si hay empate a todo, el criterio para desempatar es el fair play. Por cada tarjeta amarilla vista se descuenta 1 punto (-1), roja por doble amarilla= -3, roja directa= -4, amarilla y roja directa= -5.
Cómo España y Portugal no han visto tarjeta roja alguna, el número de tarjetas amarillas mostradas sería definitivo para definir el liderato del grupo B. Ahora mismo, España ha visto una sola tarjeta, Busquets ante Portugal, mientras que los lusos acumulan 2. Si España ve las mismas o menos tarjetas amarillas ante Marruecos que Portugal ante Irán –y no le expulsan a ningún jugador–, los de Hierro pasarían como primeros.
¿Y si empatan también a tarjetas?
En el caso de que en la última jornada España vea una tarjeta amarilla más ante Marruecos de las que vea Portugal ante Irán, ojo al dato, el líder del grupo se decidiría por sorteo. Como lo leen. A través de un bombo con dos bolas. En ese caso, la Diosa Fortuna decidiría.