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Mientras otros detienen penaltis... ¡De Gea se va del Mundial con una parada en cuatro partidos!

David de Gea presenta los peores números de un portero en un Mundial desde 1966. 

David de Gea presenta los peores números de un portero en un Mundial desde 1966. 
De Gea hizo una sola parada en todo el Mundial | EFE

España perdió ante Rusia en los octavos de final del Mundial tras caer en la tanda de penaltis. Los fallos de Koke y Aspas condenaron a los nuestros. El portero ruso, Akinféev, paró los penaltis lanzados por el atlético y el céltico. Contrariamente, David de Gea se fue en blanco de la tanda de penaltis. Cuatro lanzamientos, cuatro goles.

Números que cantan

David de Gea firma los peores números de un portero en el Mundial de Rusia. Le han rematado 12 veces y le han marcado 11 goles (incluyendo la tanda de penaltis y el tanto que anuló el VAR ante Irán). Un pírrico porcentaje de paradas del 8,33%. Y es que De Gea, con una sola parada en cuatro partidos, se va de Rusia con una losa difícil de levantar. El portero ruso paró más en la tanda de penaltis que nos mandó a casa que el guardameta español en toda la cita mundialista. Desde 1966, ningún arquero que jugó al menos tres partidos en un Mundial, había parado menos que David. Por números, ¡De Gea es el peor portero de un Mundial desde 1966!

¿Por qué, Hierro, por qué?

El guardameta del United no atravesaba su mejor momento –además de su nefasta actuación en la fase de grupos, en los amistosos previos al Mundial ya dejó muchas dudas–, sin embargo, Fernando Hierro, al que parece que le pesó más en muchas decisiones la jerarquía y los galones que el rendimiento deportivo, no quiso dar la alternativa a Kepa. Tampoco sacar del once a un Silva que se arrastró por el campo en la fase de grupos. Como premio, el malagueño lo sacó de cara contra Rusia.

Fernando, al menos, cortó la sangría defensiva metiendo a Koke con Busquets en la sala de máquinas y quitó a Carvajal –el jabalí de Leganés ha llegado falto de forma a Rusia–. El centrocampista del Atlético ayudó en el repliegue, hizo de escoba en los balones divididos y cumplió con creces en la que era su misión: dar empaque a España.

Otro de los problemas de España fue que no tuvo plan B. Los cambios llegaron muy tarde, Aspas entró en el 80, fueron hombre por hombre y hasta la salida en la prórroga de Rodrigo no cambiamos el esquema de juego. Demasiados minutos tirados a la basura con pases horizontales, sin darle velocidad al juego ni amplitud por los costados, sin desmarques de ruptura, sin nadie, exceptuando Isco, capaz de desequilibrar en el uno contra uno. Previsibles, Rusia vivió muy cómoda en la cueva con su defensa de cinco y la línea de cuatro por delante.

España se va de Rusia por sus propios errores. Errores que comenzaron en los días previos al inicio del Mundial –la abrupta salida de Lopetegui supuso el principio del fin–, y que han terminado por condenarnos ante un combinado, el ruso, que sí, que es el anfitrión, pero que ocupa el puesto 70 en el ranking FIFA y en el que juega de titular, tuvieron que llamarle de urgencia por la lesión de Kambolov, un central de 38 años (Ignashévich) que está sin equipo.

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