Una vez se puso punto y final a la participación de Alemania en el Mundial de Rusia, muchos trataron de buscar culpables dentro del desastre colectivo que supuso la eliminación de la ex campeona del mundo en fase de grupos. Algunos de los objetivos fueron Löw, Neuer, Gundogan y Özil. Especialmente crítico se fue con este último.
No sólo se estudiaba con lupa todo lo que aportaba y generaba dentro del terreno de juego, sino también lo que sucedía lejos de él. La controversia llegó a su punto álgido cuando se publicaron unas fotografías del presidente de Turquía, Erdogan, junto al propio Mesut y Gundogan. Tal revuelo se formó que hasta la canciller, Angela Merkel, tuvo que salir a pedir públicamente que no se abuchease a esos dos jugadores.
Las fotografías se entendieron como un apoyo explícito a la reelección de Erdogan, quien no mantiene, precisamente, una buena relación con la canciller. Ahora, Özil ha querido hablar en público y abiertamente sobre todo el asunto.
"Para mí, hacerme una foto con el presidente Erdogan no tiene nada que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia", asegura el mediocentro.
Como es lógico, la intensidad de las críticas fue mayor cuando cayó definitivamente la selección alemana. Oliver Bierhoff, mánager de la Mannschaft, y Reinhard Grindel, presidente de la Federación Alemana de Fútbol, llegaron a incluso declarar que puede que hubiese sido un error llevar a Özil y Gundogan al Mundial.
"Los periodistas trataron de poner en contra mía a toda Alemania. ¿Hace mi ascendencia turca un blanco más fácil?", espetó. Además, confirmó que, fuese quien fuese el presidente, se hubiese hecho la foto de igual modo y que sólo hablaron con Erdogan de temas futbolísticos.
Ahora el futuro del '10' en la selección está en el aire. Las próximas citas son en el mes de septiembre y Löw deberá dar a conocer la lista de convocados el próximo día 29 de agosto.