Es díficil saber cómo se sentirá una persona al enterarse de que está vivo porque uno de los narcotraficantes más importantes de la historia de la humanidad se arrepintió en varias ocasiones de intentar asesinarlo. Para conocer esa respuesta habría que preguntarle a Ricardo Gareca, actual seleccionador de Perú y exjugador argentino de equipos como Boca Juniors o River Plate.
Gareca no sólo jugó en Argentina ya que pasó una parte importante de su carrera en Colombia jugando para el América de Cali. Es ahí cuando estuvo en el punto de mira del famoso narco Pablo Escobar. Uno de sus sicarios, conocido como Popeye, desveló en una entrevista para el Diario Popular de Perú las intenciones frustradas de su jefe.
"Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar, pero finalmente no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón lo salvó, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un carro bomba", comentó Popeye en el contexto de la mediática guerra que hubo entre el Cartel de Medellín y el Cartel de Cali.
Escobar rozó el asesinato de varios futbolistas del América que hubiesen supuesto un golpe importante para Miguel y Gilberto Orejuela, cabezas visibles del Cartel de Cali y dueños del equipo colombiano en el que jugó Gareca. Por suerte para ellos, sus intenciones sólo quedaron en eso.