Brasil, que alineó por primera vez después del Mundial de Rusia 2018 al tridente ofensivo integrado por Neymar, Philippe Coutinho y Gabriel Jesús, venció este viernes por 0-2 en Riad a Arabia Saudí, en un amistoso en el que sufrió más por las condiciones meteorológicas que por el rival.
La Canarinha se impuso con un gol de Gabriel Jesús en el primer tiempo y otro de Alex Sandro en el último minuto en un partido que le sirvió más como preparación para el duelo igualmente amistoso que tendrá el próximo martes con Argentina, su tradicional rival sudamericano.
El tridente ofensivo del equipo comandado por el seleccionador Tite, que quedó debiendo mucho en el Mundial de Rusia 2018, demostró ser mortal en el amistoso, con los tres jugadores generando permanentemente peligro y obligando a Arabia Saudí a jugar replegada todo el tiempo. Gabriel Jesús, una de las grandes decepciones de Brasil en Rusia, finalmente mostró su puntería ante Arabia Saudí.
Neymar también dejó claro que es más eficiente en la nueva posición en que lo puso Tite, jugando más en el centro y menos como punta izquierda. El capitán de la selección brasileña, aplaudido y abucheado cada vez que tocaba el balón, dio un primer anuncio a los 19 minutos cuando, por el centro de la cancha, avanzó con velocidad, regateó a varios rivales y pateó con la izquierda pero desviado. Pocos minutos después, tras un cambio de pases entre Neymar y Renato Agusto, Gabriel Jesús quedó libre para patear dentro del área y convirtió un gol, que fue anulado por un fuera de lugar anterior.
Y a los 25 minutos, tras un lanzamiento de falta de Neymar por la izquierda, un cabezazo de Gabriel Jesús que iba a un ángulo fue atajado a tiempo y con una espectacular estirada por un esforzado Al-Owais. Brasil mantuvo el dominio el resto del primer tiempo pero sufrió con la baja humedad, que obligó al árbitro a autorizar una parada técnica para hidratación, ante una Arabia Saudí que sólo jugó a defenderse y que poco mostró en casa.
La Canarinha se fue a los vestuarios con una justa ventaja gracias a un gol a los 43 minutos en una jugada creada por Neymar, que eludió a tres adversarios, y rematada por Gabriel Jesús, que sólo tuvo que cruzar el balón a la izquierda a la salida del portero saudí. Poco antes del receso el árbitro anuló acertadamente otro gol brasileño en que nuevamente tuvo participación el tridente ofensivo, con jugada de Neymar por el centro, una llegada de Gabriel Jesús por la derecha y un remate de Philippe Coutinho desde la izquierda.
Brasil volvió al segundo tiempo con Lucas Moura en el lugar del imperceptible Fred, lo que le dio más consistencia a su ataque, y permitió a Neymar contar con otro jugador delante para sus lanzamientos. Pero Tite, ante la elevada temperatura y la baja humedad, prefirió que sus jugadores administraran la ventaja mínima, por lo que la segunda parte fue menos veloz y más pausada, y permitió que Arabia Saudí saliera más al ataque.
Brasil, totalmente transformada con cuatro cambios, poco aprovechó la expulsión del portero saudí a cinco minutos del final por haber tocado el balón con un brazo fuera del área, de lo que fue advertido por el árbitro de vídeo. El técnico de Arabia Saudí, Juan Antonio Pizzi, tuvo que sacrificar su único hombre en al ataque para llamar al portero de reserva, con lo que también perdió poder de reacción en los seis minutos de añadidos concedidos por el árbitro.
Cuando los dos equipos parecían satisfechos con el resultado, Brasil amplió y puso cifras definitivas al marcador en el último minuto del partido. Alex Sandro firmó el gol al rematar dentro del área de cabeza un tiro de esquina lanzado por Neymar.