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Polémica religiosa en la final histórica de la Libertadores entre Boca y River

Ambos clubes se quejan de los horarios de los partidos que afectan de forma directa a la comunidad judía de las dos entidades.

Ambos clubes se quejan de los horarios de los partidos que afectan de forma directa a la comunidad judía de las dos entidades.
Benedetto y Ponzio en el Clásico argentino. | Archivo

Si en Europa las finales entre Real Madrid y Atlético de Madrid en la Champions han elevado a su máxima expresión el concepto de derbi, el choque que vivirán Boca Juniors y River Plate en la Copa Libertadores hará lo mismo en América, pero multiplicado por dos ya que, aparte de un Derbi, es un Clásico.

El partido entre ambos equipos afincados en Buenos Aires paralizará medio mundo y, pese a quedar algo menos de un mes para la gran final, el choque ya se está jugando y tiene más de una polémica. Una de las mismas es religiosa y tiene que ver con la comunidad judía. Los dos partidos, tanto el de ida como el de vuelta, se jugarán en sábado. El primer choque será en La Bombonera el sábado 10 de noviembre a las 16:00 horas (Argentina) y la vuelta en el Monumental el sábado 24 de noviembre a la misma hora.

Los partidos ya están fijados y, según la propia Conmebol, no se van a cambiar pese a que la comunidad judía de ambos clubes se ha quejado de que los choques se jueguen en sábado, justo el día en el que su religión celebra el Shabat, es decir, dichos aficionados no podrían participar de la celebración de ambos partidos. El Shabat, que arranca desde el atardecer del viernes hasta la noche del sábado, es el día de descanso para aquellas personas que profesan la religión judía, y un partido de fútbol entra dentro de las actividades que no pueden realizar.

El presidente de Boca, Daniel Angelici, pide que se cambien los horarios "por respeto a los hinchas de Boca de la comunidad judía que festejan el Shabat" mientras que al máximo mandatario de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, ya le han llegado varias peticiones de sus aficionados para que presione a la Conmebol en este sentido.

La postura de ambos clubes parece favorable a los intereses de sus respectivas comunidades judías, pero hay un problema para exigir este tipo de cambios y ese es la existencia de muchos precedentes que hacen que se derrumben los argumentos de Boca y River. La Conmebol esgrime que no puede cambiar los horarios por aspectos religiosos ya que lo deberían hacer con cualquier religión que se lo demande en el futuro y también argumenta que muchos partidos que Boca y River juegan durante la temporada se disputan en sábado y nunca se ha pedido cambio alguno por respeto a los hinchas judíos.

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