"Somos muy exigentes con nosotros mismos. Cuando nos equivocamos, pasamos un calvario y luego tenemos una semana muy fastidiada, analizando por qué hemos cometido ese error o esos errores". Son palabras de Carlos del Cerro Grande (Alcalá de Henares, 13 de marzo de 1976) en declaraciones a Libertad Digital para referirse al colectivo arbitral. El colegiado madrileño, con ocho años de experiencia en Primera División —debutó en un Betis-Mallorca (1-0) el 11 de septiembre de 2011— e internacional desde 2013, atiende a este medio durante la jornada de puertas abiertas que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha ofrecido este miércoles en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
En una extensa entrevista concedida a LD, el madrileño, de 42 años, repasa su dilatada carrera arbitral, contando cómo se inició en este mundillo —"fue un amigo el que me animó", dice— y asegura ser "feliz" por la oportunidad que le ha brindado el fútbol de poder arbitrar en la élite cada fin de semana.
"Somos unos locos del fútbol. Personas al servicio de este deporte que disfruta con cada jugada y con cada gol", dice Del Cerro Grande, que por supuesto habla de uno de los grandes avances en el mundo del arbitraje como es el VAR. Una tecnología que, según relata, también influye a la hora de afrontar las críticas de los seguidores y medios de comunicación tras los errores que los trencillas puedan protagonizar en cada partido. "El VAR ha hecho que se minimicen y que desde fuera puedan entender un poco más esta actividad. Nunca hay una intención (en los errores arbitrales). El VAR nos da un colchón de seguridad importante", dice Del Cerro Grande, que es policía nacional en excedencia desde hace varios años.
"Os sorprenderíais", continúa, "de cómo los árbitros preparamos los partidos, analizando a todos los equipos, cómo juegan, como preparan el balón parado, los sistemas de juego... Ese trabajo previo requiere mucho tiempo".
Del Cerro Grande, que pasa mucho tiempo con su asistente Abraham Álvarez y dice ser ajeno a cualquier color —"disfrutamos de todos los partidos como si fuéramos forofos de todos los equipos", asegura—, vive por y para el fútbol. Fútbol y más fútbol a todas horas, esté en un terreno de juego o fuera de él. "Detrás de las togas de los jueces deportivos están las personas. Personas que disfrutan del fútbol. Yo, por ejemplo, el famoso súper domingo vi los partidos de Liga, el derbi de Manchester, el Boca-River...".
Toda una experiencia charlar con uno de los mejores colegiados en activo para conocer las interioridades del colectivo arbitral, uno de los agentes del fútbol con peor valoración a ojos de los aficionados. Aunque, como él mismo dice, "con el VAR se ha minimizado"...