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Marcos Llorente dijo "no" a ser el nuevo Gabi del Atlético de Madrid

El centrocampista blanco rechazó la posibilidad de llegar al Metropolitano por su deseo de triunfar en el Real Madrid.

El centrocampista blanco rechazó la posibilidad de llegar al Metropolitano por su deseo de triunfar en el Real Madrid.
Marcos en el Santiago Bernabéu. | Marcos Llorente

Hay caminos que una vez tomados ya no tienen marcha atrás y en el caso del fútbol, y salvo extrañas excepciones, eso suele ocurrir cuando un jugador se debate entre dos eternos rivales. La decisión que tomó Marcos Llorente el verano de 2017 fue una de esas elecciones que te cierran definitivamente la puerta del otro pretendiente. Hablamos por supuesto del interés del Atlético de Madrid en el actual jugador del Real Madrid.

Tras un año espectacular en el Alavés y con el terremoto Theo Hernández en plena efervescencia, el Atlético se fijó en Marcos Llorente pensando ya en un posible sucesor para Gabi. Simeone quería un futbolista que pudiese ser el eje del centro del campo a nivel defensivo aprendiendo primero del propio capitán rojiblanco y asumiendo, posteriormente, esa sucesión en el terreno de juego. Marcos cumplía ese rol a la perfección.

El problema para el Atlético de Madrid, aparte de la cláusula de 200 millones que tenía el jugador, fue que su interés en Llorente seducía al canterano blanco, pero no lo suficiente ya que Marcos tenía muy claro que si había alguna oportunidad de triunfar en el Real Madrid no la dejaría en el limbo sino que intentaría aprovecharla. En caso de haber aceptado el ofrecimiento del eterno rival de la capital ya no habría marcha atrás y su futuro en el Santiago Bernabéu se hubiese desvanecido.

Su entorno también se dividía en partidarios de su llegada al Atlético para tener más protagonismo y los que opinaban que el Real Madrid debía ser su primera y única opción. Entre medias de la tentativa del Atlético de Madrid también surgió un fuerte interés del Valencia. Sin embargo, Marcos tuvo muy clara su decisión y eligió el Real Madrid, el equipo del que es seguidor desde su más tierna infancia.

Y luego estaba la postura del Real Madrid. Aunque Marcos hubiera aceptado la propuesta del Atlético de Madrid, el conjunto blanco tendría que haber negociado un traspaso que no contemplaban. Marcos Llorente tenía muchas propuestas en Primera División. El Madrid, tanto el verano del 2017 como en el de 2018, no se cerraba la posibilidad de que el futbolista se fogueara en otro equipo, pero no en el Atlético de Madrid. Desde el club le han intentado convencer incluso de que una cesión o traspaso con opción de compra era la mejor fórmula para que él creciera y tuviera minutos como ya sucedió en el Alavés. Pese a una hipotética voluntad de Marcos de irse al Atlético, algo que nunca trasladó a las oficinas del club, desde el Madrid siempre han tenido claro, sobre este caso, que si se marchaba, se iría a otro club.

Si el Atlético hubiese conseguido el fichaje de Marcos Llorente y teniendo en cuenta que en verano de 2017 el club rojiblanco podía fichar, pero no inscribir por la sanción de la FIFA, el exjugador del Alavés podría haber seguido cedido en Vitoria hasta enero. Finalmente, ni Marcos ni el Real Madrid decidieron separar sus caminos y el centrocampista acabó su cesión en Mendizorroza para volver a Chamartín. Por parte del Atlético, Rodrigo llegó este verano al Metropolitano y la afición está encantada con el resultado final de esta historia.

A punto de irse al Alavés en verano

El pasado verano, tras una temporada casi perdida con Zidane, Marcos Llorente dudó mucho sobre si continuar en el Real Madrid. El futbolista considera al Madrid como el equipo de su vida y en donde quiere triunfar, pero también valoraba las escasas oportunidades que había tenido. Antes de la inesperada marcha de Zidane, Llorente tenía pensado irse del Real Madrid y el Alavés, que siempre le había mostrado su interés en volver a contar con él, era su opción número uno. Ahí tenía grandes amigos, buenos recuerdos y la opción de ser titular.

El cambio de entrenador fue una buena noticia para él, pero enseguida se dio cuenta de que tampoco había cambiado su situación. Julen le aseguró que iba a tener mucha competencia y, con el club, le instó a buscar una cesión. Muchos clubes seguían ofreciéndole una taquilla pero la salida de Kovacic le abrió una opción real de poder contar con oportunidades en el Madrid. Julen, tras la marcha del croata, sí le prometió un papel más importante del comentado inicialmente. Sin embargo, sólo jugó 11 minutos. Ante esta alarmante situación, la idea de irse del Real Madrid creció con el paso de los días. Irse al Alavés en enero era una opción muy probable para él, pero el partido en Roma y la llegada de Solari pueden haber cambiado su futuro más inmediato. Todo dependerá de lo que suceda en las próximas semanas y si vuelve al ostracismo. Desde luego, al Atlético de Madrid ya es imposible.

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