El Atlético de Madrid tiene un serio problema con las lesiones. La última tuvo lugar en el Estadio José Zorrilla de Valladolid cuando Filipe no aguantó más y tuvo que retirarse por molestias en sus isquios. Lo hizo el mismo día que reaparecía tras su lesión de sóleo y vuelve a unirse en la enfermería a los ya tocados Lucas Hernández y José María Giménez.
De las 29 lesiones que el Atlético de Madrid ha sumado esta temporada, 12 han sido por traumatismos y 17 por problemas musculares, las cuales han afectado sobre todo a su defensa donde todos han caído ya como mínimo una vez en lo que se lleva de curso. ¿Cuál es el problema principal? La preparación de esta pretemporada no ha sido igual de efectiva y adecuada que la de temporadas pasadas.
Con el Profe Ortega como siempre a la cabeza, el Atlético de Madrid inició la temporada 2018/2019 en cuadro. La mayoría de sus internacionales no iniciaron la preparación junto al resto de sus compañeros y algunos, como los franceses, llegaron en el mes de agosto y a sólo unos días de la disputa de la final de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid. Todos ellos forzaron, no desconectaron mentalmente y su preparación individual estuvo encaminada a llegar con lo justo al inicio de la temporada.
En el Atlético sabían y saben a lo que se enfrentan esta temporada sin haber tenido la pretemporada deseada y por esa razón consideran vital el periodo vacacional que llegará desde el pitido final del partido ante el Espanyol el día 22 de diciembre hasta el regreso a los entrenamientos para jugar el día 6 ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.