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Copa del Rey

El Real Madrid supera sin dificultad al Girona tras otro recital de Benzema (1-3)

Otro recital de Karim, autor de los dos primeros tantos. Marcelo sigue siendo un coladero. Gran partido de Keylor y Llorente, que marcó un golazo.

Otro recital de Karim, autor de los dos primeros tantos. Marcelo sigue siendo un coladero. Gran partido de Keylor y Llorente, que marcó un golazo.
Benzema y Vinicius celebran el gol en Gerona | EFE

Por mucho apodo que le pusiera Mourinho, Benzema siempre fue más bien un tigre. No puedes marcar 209 goles y ser el sexto goleador histórico del mejor club del mundo sin haber sacado las uñas durante mucho tiempo. Sin embargo, por el camino de este largo trayecto, Benzema se fue convirtiendo poco a poco en un gato o, como mínimo, un tigre amaestrado. Es curioso y quizá tenga algo que ver en los análisis futbolísticos, pero la mejor versión de Benzema ha vuelto con la marcha de Cristiano. Es tal su momento de forma, el mejor y más regular en los últimos tres años, que si sigue así, el equipo de Solari ganó en Montilivi porque el francés juega de blanco y no de rojiblanco. Fue la única diferencia, junto con los porteros, entre el Girona y el Real Madrid en la primera parte.

El primer tanto recordó a aquel futbolista que comenzó a llamar la atención jugando en el Lyon. Arrancando desde la banda, con todos los rivales incapaces de frenarle. Hace diez años era más individualista. Ahora sabe asociarse más y mejor, y para eso tiene mejores compañeros. Lucas, Carvajal y Benzema marearon un poco al Girona por la banda derecha hasta que la alerta del francés se activó, para visualizar lo que tenía que hacer. Algo así como le sucede a Spiderman. "Amago hacia dentro, dejo a un defensa atrás, hago la pared con Carvajal, amago el disparo y tiro con la izquierda al segundo palo. Gol", es lo que le dice su mente en esos segundos previos que diferencian a una estrella del resto. Y fue así. Un gol que fulminó la eliminatoria y las esperanzas de un Girona que había dejado una digna imagen en la primera media hora.

Y es que los catalanes comenzaron con un larguero. Una falta lateral de Granell que se come Keylor Navas y da en el travesaño. Fue la única en la que no estuvo acertado el portero de Copa del Real Madrid que tuvo mucho trabajo tras regresar de su lesión. Detuvo dos muy claras a Stuani y metió una mano clave en un centro raso cuando el uruguayo esperaba sólo para empujarla a gol. El Madrid concedió demasiado y en gran parte fue por Marcelo. Su banda, con él, sigue siendo un coladero. No está bien posicionado. No es que le desborden, es que está fuera de sitio o regresa tarde de sus constantes subidas. Menos mal que estuvieron bien Ramos, hasta ser sustituido, Nacho y, sobre todo, Marcos Llorente. Es increíble el estado físico y mental del centrocampista. Como si no viniera de lesión, como si no hubiera vuelto a perder el puesto de titular. Su enorme partido, con y sin balón, fue refrendado con el cuarto tanto del Madrid, un ejemplo de su estado de confianza. En la frontal, se atreve a regatear, cambiar de ritmo y marcar con un disparo desde fuera del área.

Es una pena que Marcelo esté como está porque, si estuviera bien, con toda la magia que tiene en sus botas, haría auténticas locuras con Vinícius. Combinaron en un par de ocasiones y en una no culminó con un golazo de milagro. Un tanto a lo brasileño con un caño dentro del área. Y antes del descanso, llegó el doblete de Benzema. Vinícius lo hizo perfecto. Encaró, atrajo a dos defensores y cuando no le quedaba más opción, pico el pase atrás para que Benzema definiera perfecto con un disparo similar al que hizo hace unos días ante el Espanyol. Desde la izquierda, interior de la bota, con rosca, al palo largo. Benzema lleva 17 goles, los mismos que Cristiano Ronaldo esta temporada. El 0 a 2 era algo engañoso. En defensa, el Madrid había concedido mucho.

Con la eliminatoria finiquitada, Solari empezó a mover el banquillo pronto. Era lógico restar minutos a jugadores clave. Se fueron Ramos, Benzema y Vinícius para que entraran Nacho, Asensio, que juego de falso nueve y Bale. Lo más destacado fue una gran jugada de Lucas que no marcó con la portería vacía. Lo vio tan claro que se relajó y disparo al poste con Iraizoz ya batido tras el disparo de Asensio. A veinte minutos del final, marcaría Porro, un lateral que va a dar bastante que hablar. Una jugada, cómo no, por la banda izquierda que defiende el Madrid. Ahora tocan curvas. Tras Alavés, derbi ante el Atlético de Madrid y Ajax de Amsterdam en Champions League. Y ojo que mañana el sorteo no depare un clásico ante el Barcelona. Con este Madrid y este Benzema, pueden soñar con todo.

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