Stefano Tsitsipas, uno de los mejores tenistas del mundo, tuvo un momento de ira durante su partido ante Nick Kyrgios. El griego, de 21 años, golpeó la raqueta hasta romperla pero dando a su padre, Apostolos, que estaba sentado en el banquillo al ser el capitán del equipo griego.
En el primer golpe a la raqueta, no pasa nada. Pero en el segundo arrebato si le llega a golpear con la raqueta en el codo. Su padre hace un gesto de dolor y le mira enfadado y pidiendo explicaciones.
Sin embargo, quien más regañó a Tsitsipas fue su madre quien estaba en la grada. Se acercó a primera línea para, delante de todo el mundo, reprender a su hijo. Alguien tenía que hacerlo. ¿Quien mejor que una madre?