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Pacheta en exclusiva para Libertad Digital: "La derrota no me autoriza a salir a cenar por ahí"

El exentrenador del Elche, ahora sin equipo, atiende en exclusiva a Libertad Digital tras lograr el ascenso con el equipo ilicitano.

El exentrenador del Elche, ahora sin equipo, atiende en exclusiva a Libertad Digital tras lograr el ascenso con el equipo ilicitano.
Pacheta con el Elche. | Cordon Press

Si hablamos de pasión por el fútbol, hablamos de Pacheta. Si hablamos de disfrutar del fútbol tanto en la derrota como en la victoria, hablamos de Pacheta. Y si alguien quiere hablar de táctica, trabajo y dedicación por su trabajo tiene que coger el teléfono y charlar media hora con el técnico burgalés. Eso es lo que hemos hecho en Libertad Digital y Pacheta no ha defraudado, como era de esperar.

Tras lograr un ascenso meteórico e histórico con el Elche, desde Segunda B hasta Primera División, el exentrenador del conjunto ilicitano está actualmente sin equipo y ha atendido a LD para hablar de su pasado, presente y futuro.

Pregunta: ¿Cómo está física y mentalmente después de todo lo sucedido en el Elche?

Respuesta: Estoy entre Soria, Salas de los Infantes y Quintanar de la Sierra. Este es el triángulo en el que me muevo a día de hoy. Habitualmente estoy en Soria, porque llevo 20 años aquí, mi casa está en Salas de los Infantes porque mi padre y mis hermanos viven allí y Quintanar de la Sierra, que es el pueblo de mi mujer. Este es mi triángulo de relax. Acabé agotado la última temporada, pero llevo tres semanas parado y ya tengo otra vez la energía por los aires. Esto es un vicio. Es un veneno y una emoción. Vivimos de emociones, tanto el aficionado como los profesionales que nos dedicamos a esto. Cuando pasó todo lo relacionado con la pandemia, por ejemplo, yo siempre dije que lo mejor que podíamos hacer los profesionales era volver. Y me alegro de haberlo hecho y de dar ilusión a la gente. El fútbol es eso, pasión e ilusión.

P: ¿Cómo es un verano de transición entre un temporada y otra para Pacheta? ¿Logra dejar el fútbol a un lado?

R: No hay desconexión. No la hay. Intentas pasar unos días con la familia, relajarte, desconectar, pero hay que tener en cuenta que tienes que ir preparando ya la siguiente pretemporada, estar pendiente de los fichajes, de las entradas, salidas y aunque no seas el director deportivo, cuyo trabajo específico es ese, sí tienes que coordinarte e ir de la mano con él. Siempre hay unas horas que pasas al teléfono aunque estés de vacaciones. Igual que si quieres seguir aprendiendo en esta profesión. Nosotros solo tenemos para ello congresos o charlas con personas a las que tú tengas respeto o que de repente te caen del cielo y te aportan algo como entrenador. Nuestro dinámica es el manejo de grupos y ahí está la diferencia para mí, en como manejar los conflictos y las situaciones tanto buenas como malas. Por eso hay que seguir aprendiendo siempre.

P: Usted es un entrenador que disfruta mucho de su trabajo. ¿Con qué pequeño detalle o sensación se queda como entrenador cuando ve que en un partido le sale bien una jugada de estrategia o le sale bien algo que ha planteado durante la semana de trabajo?

R: Os voy a contar un detalle de un partido contra el Málaga, club y ciudad al que además mando un abrazo enorme y toda mi fuerza porque les quiero mucho. Una vez ganamos en casa con dos saques de meta y en jugadas largas. Teníamos varias alternativas y salió dos veces. Eso hace que el jugador crea en ti. Ese tipo de cosas hacen que crean en ti. Si ya ganas con ellas es la leche, pero si sale, ya de por sí, es algo muy emocionante. Luego hay muchos detalles. Una cosa que me emociona tambiénn es ver el brillo en los ojos de un jugador cuando tú le has dicho lo que tiene que hacer y mejorar, lo hace, le sale en un partido y te mira. Eso es muy emocionante. Cuando te mira y te sonríe te emociona. Es maravilloso.

P: No solo disfruta cuando gana. Lo hace también cuando pierde y cuando le han ganado un partido porque han jugado mejor que su equipo. Disfruta del fútbol en toda su amplitud, ¿verdad?

R: Cuando te enfrentas a alguien que lo ha hecho mejor que tú hay que reconocerlo y cuando lo haces no das sensación de debilidad sino que estás engrandeciendo tu propio trabajo y por supuesto el del rival. Aprendo mucho de los rivales. Casi todo lo que digo lo he escuchado o lo he leído. Mío hay poco. Hay que aprender cada día. Si no cuentas lo que ves pierdes credibilidad y si han sido mejores que yo un día y no lo digo pierdo esa credibilidad. Lo que más me enorgullece del Elche es tener que salir muchos días a dar las gracias a nuestra afición porque, sin ganar, nos ha agradecido nuestro trabajo. Si tú te puedes ir a casa, ganando o perdiendo, pero con tu afición orgullosa, tú te vas a casa orgulloso. Y eso lo conseguimos en Elche.

P: Convencer. Una palabra vital para usted como entrenador. ¿Qué es convencer para usted en vestuarios con chicos jóvenes y gente veterana?

R: Es lo que nos diferencia a los entrenadores. Convencer. Todo lleva una complejidad importante. Yo tenía a Nino de 40 y a chicos de 18 o 19. Les tratas con los mismos límites, pero no puedes tratarles igual. La gente inmadura necesita 'palo' y la madura diálogo. Intento que primero me respeten como profesional y de ahí arranca la confianza. Aquí venimos a ganar, pero tengo que convencer al jugador de que haciendo lo que entrenamos y lo que le digo para mejorar conseguiremos esa victoria. Cierto es que si no consigues la victoria tienes problemas. Mi pensamiento es claro: cuando yo me vaya, el club tiene que ser mejor y cuando yo me vaya los jugadores tienen que ser mejores. Ese es mi triunfo o mi fracaso. Yo les enseño muchos vídeos y muchas repeticiones para que escondan los defectos y sigan haciendo lo bueno que hacen. Es mi forma de trabajar.

P: ¿Qué entrenador de los que tuvo le ha marcado más o ha sido más referencial para usted?

R: Tuve a Salvi, Mezquita y luego a Sergio Kresic al principio de mi carrera, en el Marbella, que fue además la primera vez que salía de casa. Fue una persona muy importante en mi crecimiento como persona y como futbolista. Luego tuve a Camacho que fue el técnico que más tiempo estuvo conmigo y también a Marcelo Bielsa. Marcelo es un genio que no sé si interpretaremos todo lo bien que se debería ahora o lo haremos dentro de 30 años. Marcelo tiene muchas cosas de genio. Me movió los cimientos del juego. Camacho, la pasión por ganar y por este juego, pero Bielsa me movió sensaciones increíbles. Si lograse coger todo lo que me han dado ellos y tambien los Paco Herrera o Goikoetxea sería un entrenador increíble. Todavía no lo soy (risas). Estoy en ello.

P: ¿Como se controla en un vestuario la tensión del fracaso y la ansiedad por el triunfo?

R: Podríamos hablar de esto hora y media larga. Voy a intentar sintentizarlo. A mí la derrota no me autoriza a salir a cenar por ahí. No soy capaz de digerir la derrota. He hablado con psicólogos, coaches, entrenadores... no puedo. Si pierdo, aunque haya jugado bien, hasta que no encuentro la solución a esa derrota no estoy tranquilo. Cuando encuentro el porqué hablo con familia y amigos, pero hasta que no encuentro la solución, que nadie me hable. A mí me destituyeron antes de jugar un playoff siendo segundo porque una pitonisa dijo que conmigo no se ascendía. ¿Cómo manejo eso? Desde la normalidad. Siempre dije con el Elche que había que conseguir 50 puntos, pero cuando llegas a 40, todo el mundo te pide cambiar el discurso. Es cierto que yo les tengo que preparar para una vez logrado un objetivo ir a por el otro, sin embargo, mi mensaje principal no puede tener fisuras, porque todo se desmonta. Y eso en Elche también funcionó porque todo el mundo, periodismo, club, afición... todos han logrado que el mensaje principal nunca perdiese fuerza. Ha sido fantástico. Hemos sido competitivos siempre. Trabajamos con error-solución. Ese es nuestro método y la plantilla siempre ha creído en nosotros. Error-solución.

P: A nivel táctico, ¿qué le parece la nueva moda en el fútbol de jugar con una defensa de tres centrales y dos carrileros largos?

R: Te hablo de mi caso. Siempre lo he utilizado cuando he tenido la posibilidad dentro de mi plantilla. Si no tengo tres centrales buenos, no lo voy a hacer. En el Elche los tenía y no los podía sujetar de los buenos que eran porque me dolía en el alma dejar a alguno en el banquillo. En Elche teníamos a Verdú, Dani Calvo y a Josema con Juan Cruz que se ha ido a Primera y Oscar Gil por la derecha. Pero también teníamos a Fidel o Josan, por ejemplo. Habitualmente poníamos esa línea de 3 centrales cuando el rival tenía doble punta arriba clara. Pero también lo hemos usado contra un equipo como el Girona que juega con un punta y tres por detrás que, siendo muy buenos, te podían girar y hacerte daño. Entonces lo que queríamos hacer era que cuando uno se diese la vuelta siempre tuviese alguien que saltase o que estuviera cerca de él para molestar. Si estaban por detrás podíamos saltar y ser agresivos evitando problemas. Por delante era más peligroso. Tuvimos esa idea y la pudimos llevar a cabo. Si no los tienes te suicidas. Si no tengo un punta alto, no puedo jugar en largo, por ejemplo. Hay cosas innegociables y otras que por obligación tienes que negociar.

P: ¿Cómo ve las nuevas tecnologías que permiten tener datos incluso en pleno partido? ¿Qué ventajas y desventajas aprecia?

R: Mira, yo soy un defensor del VAR. A mí me gusta la tecnología. He sido defensor del VAR o de llevar también los 22 citados. Ahora dejan 23. Lo ideal en todos los deportes es tener a tu disposición dos por puesto. Es lo normal. Los cinco cambios, a mí, me han dado la vida. Decían que iba a beneficiar a los grandes, pero a mí me ha dado la vida tenerlos. Ahora, respecto a tu pregunta, tú puedes tener en unos pocos minutos información del partido en el banquillo y analizarlo. Todo eso es legal. Yo no estoy para verlo, pero lo hacen mis analistas para poder ver dónde tenemos problemas o qué tenemos que hacer. Me gusta todo ello, sí señor, aunque sigo siendo un entrenador de sensaciones. Hay cosas que no se pueden medir. Hay elementos que se huelen, que no son medibles y que son decisivos. La intuición es importante para mí y mi cuerpo técnico, ya sea a nivel partidos y a nivel entrenamientos. Hay que aprovechar todo lo que se pueda. Ahora estamos pagando el acople del VAR, pero si de 20 soluciona 15 jugadas, mejor. Ya solucionará 18 de 20. Calma. El VAR está para lo obvio, no para un fuera de juego de un centímetro. Pasa lo mismo con las medidas de los campos. Tenía al jardinero loco recortando y ampliando el campo para entrenar. No podemos jugar cada día en un campo con distintas dimensiones de césped. Hay que unificar criterios.

P: ¿Qué opina del nuevo futbolista que viene en esta generación?

R: He tenido la suerte y la ventaja de tener una hija de 27 años y otro de 22 y eso me ha permitido ver venir de lejos todo esto. Los he visto venir. Creo que el futbolista que viene es mejor que el de otras épocas, sobre todo en el control-pase o la técnica, pero echo de menos el fútbol que te da la calle. No sé cómo podríamos llevar esa 'calle' a los entrenamientos, pero hay que hacerlo. Aquí no está todo inventado. Hay muchas cosas que debemos seguir adaptando y mejorando. Por otro lado están las nuevas relaciones sociales que generan seres humanos distintos. Creo que ahora son menos brutos y son más consecuentes con el mundo que les rodea. Están más preocupados por lo que les rodea y por buscar esa bondad, sin embargo, echo de menos esa pasión total que teníamos nosotros por esto. A veces la echo en falta esa pasión total por el fútbol.

P: Hablando de cambios en el fútbol y en los futbolistas, ¿cómo ve el periodismo deportivo actual y su relación con el fútbol?

R: Es fundamental que el entrenador no os vea como enemigos a los periodistas. A veces hacen mucho daño ciertas cosas. Mi mayor riesgo son las ruedas de prensa porque con una frase puedo tirar por tierra el trabajo de todo un año. He aprendido a no teneros como enemigos. Leo poco, veo poco, pero me informan de todo y para eso tengo profesionales que me filtran la información. Lo bueno y lo malo. Si alguien hace daño a la plantilla, defenderé a los míos. Los entrenamientos se cierran, como me comentáis vosotros ahora, para evitar muchas veces que se saquen de contexto algún conflicto o alguna jugada brusca que desde fuera se ve como algo grave y desde dentro se ve como algo normal. Os aseguro que dentro de esas jugadas o conflictos es donde se encuentran después las mejores amistades y los mejores recuerdos de todo esto. Tambien me gusta ver afición en las gradas en los entrenamientos. Eso sí, siempre estaré en contra de los que insultan, vejan o humillan dentro y fuera del terreno de juego

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