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Laporta ficha al número dos de los Mossos y al exconsejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola

Ferran López, que dirigió a la policía autonómica durante el 155, se va con el presidente del Barça y deja colgado al major Trapero.

Ferran López, que dirigió a la policía autonómica durante el 155, se va con el presidente del Barça y deja colgado al major Trapero.
Joan Laporta. | EFE

A falta de fichajes deportivos, el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, está llevando a cabo una agresiva campaña de contrataciones para su directiva y equipo ejecutivo. Ferran López, el mando de los Mossos d'Esquadra que volvía a ejercer como segundo de Josep Lluís Trapero, ha aceptado una oferta de Laporta cuya cuantía económica no ha trascendido. López será el encargado del área de seguridad de la entidad azulgrana, un departamento muy sensible tanto por el control de los hinchas violentos como por los escándalos económicos y de espionaje que suelen sacudir al club.

El pasado 1 de marzo, poco antes de las elecciones que dieron la victoria a Laporta, los Mossos detenían sin orden judicial expresa al expresidente Josep Maria Bartomeu y a otros dos exdirectivos y realizaban un registro en las oficinas del club en el marco de una investigación por el llamado Barçagate, la contratación de una empresa para que presuntamente creara contenidos contra jugadores y agentes en las redes sociales. Y en su primera etapa al frente del club, Laporta llegó a encargar seguimientos e informes de sus propios directivos a una agencia de detectives privados.

López abandona los Mossos tras 21 años de servicio y en unos momentos especialmente convulsos para la policía autonómica. ERC y Junts per Catalunya (JxCat) se disputan el control de la consejería en el contexto de las negociaciones para reeditar el pacto de gobierno separatista y todo apunta a que la consejería acabará en manos de ERC aunque haya un acuerdo. Y el pacto de los republicanos con la CUP implica unos cambios en los Mossos que podrían poner en peligro el puesto del mismísimo Trapero, cuyo papel de héroe del independentismo quedó seriamente dañado por las actuaciones policiales para contener la violencia en las manifestaciones tras el encarcelamiento del rapero Rivadulla, alias Pablo Hasel.

Los Mossos, bajo la influencia de la CUP

Tras dirigir la policía autonómica durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución, López atravesó una fase de ostracismo de la que le sacó el propio Trapero cuando fue restituido en sus funciones al ser absuelto de sedición en la Audiencia Nacional en una controvertida sentencia con el voto contrario de la presidenta de la sala.

Ahora ha decidido no quedarse en el cuerpo para contemplar la evolución de los Mossos bajo el mando de ERC y la inspiración de la CUP y aceptar un cargo en el Barça de Laporta, donde recala no con la vitola de "colaboracionista" que le habían puesto algunos compañeros y no pocos políticos separatistas sino como el hombre que evitó que un guardia civil se pusiera al frente de los Mossos.

El aval del Banco de Sabadell

Laporta también ha contratado a Jaume Guardiola, quien recientemente fue relevado del puesto del consejero delegado del Banco de Sabadell en favor de César González-Bueno. Guardiola será el presidente de la comisión económica, un cargo no remunerado. Fuentes del club y del banco niegan que la función de Guardiola en el club tenga que ver con el aval del Banco de Sabadell a la directiva de Laporta, 124,6 millones de euros. Laporta también ha contado con el aval del empresario mediático Jaume Roures, quien aflojó 30 millones a pesar de la delicada situación financiera de Mediapro, que gestiona con la Sepi un rescate por valor de treinta millones.

Guardiola es amigo de Artur Mas, lo que no evitó que la entidad que dirigía cambiara de sede social cuando los separatistas dieron el golpe de Estado de octubre de 2017. En el hipotético caso de que la junta del Barça se viera obligada a dimitir, Guardiola sería el presidente en funciones. Además, tendrá funciones consultivas en todo lo relacionado con la economía del club, fuertemente tensionada por una política de fichajes nefasta y la falta de ingresos derivada de la pandemia.

Otro de los personajes de cierto relieve contratados por Laporta es Jordi Finestres, un viejo conocido de la entidad ya que fue jefe de prensa de Laporta en su primera etapa presidencial. En la actualidad trabajaba para el prófugo Carles Puigdemont como responsable técnico de su oficina de expresidente de la Generalidad.

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