La continuidad de Ronald Koeman en el banquillo azulgrana pende de un hilo, vuelve a estar a la orden del día en las oficinas del FC Barcelona tras el tropiezo, o milagro, según se mire, del lunes ante el Granada, con un cabezazo de Araújo que evitó que el equipo capitaneado por Sergio Busquets saliera sin puntuar del Camp Nou.
Ley de fútbol: si en un equipo las cosas van mal, el damnificado es el entrenador, porque no puedes echar a 10 jugadores (aunque el Barça lo haya intentado) por eso es más fácil suplir solo a uno. Pero el caso del FC Barcelona es bien distinto, ya que es difícil pensar que otro entrenador pueda sacar mayor provecho de una plantilla que está muy lejos de poder competir por cualquier cosa. Quizás Koeman sí es culpable de algo... de hablar claro y no esconderse, reconociendo que esta es la plantilla que tiene y que "esto es lo que hay".
Antes de arrancar la temporada 21/22, Koeman afirmó: "Quiero y puedo seguir si tengo la confianza del club". Pero Ronald sabe que eso es precisamente lo que no tiene, la confianza del club. Al menos la del presidente, que se estuvo moviendo por el mercado de verano intentando encontrar un nuevo líder para su banquillo. Pero parece que las penurias económicas del club pueden jugar a favor de Koeman, ya que le tendrían que pagar el finiquito teniendo contrato hasta junio del año que viene.
El fútbol es un deporte de emociones, pero no es romántico el amor se no es imperecedero, acaba en la pobreza. Hasta la llegada de Messi y salvando las distancias con Johan Cruyff, por supuesto, Ronald Koeman era el hombre más importante de la historia del FC Barcelona, una leyenda viva del club que se ha convertido en el ‘punching ball’ de la entidad.
El club azulgrana tiene cinco orejonas en su palmarés, cuatro de ellas se han ganado en el siglo XXI, 2006, 2009, 2011 y 2015. Pero la primera de todas llegó en 1992 contra la Sampdoria italiana. El partido, tras la prórroga, acabó 1-0 y el artífice del gol fue el actual técnico que tiene sus días contados en el banquillo azulgrana.
Es un deporte muy injusto, si el Barça cae 3-0 contra un Bayern de Múnich que, según la prensa alemana, "salió a jugar de paseo", pues el culpable es el entrenador. Que hay que apostar por La Masia porque la mitad de la delantera está en enfermería y la otra mitad está en el Atleti, pues va Koeman y pone a Demir de titular ante el Granada.
No todo vale, y si se ha ido el mejor jugador de la historia y además, suples la baja de Griezmann con Luuk de Jong, no puedes ni plantearte la destitución del entrenador, sea quien sea. ¿El Barça tiene que estar un par de años dependiendo de la cantera? La respuesta es sí, pero es un error pensar que la dinámica del equipo va a cambiar con otro entrenador. Hay que remar, todos juntos, con Koeman o con otro, lo que Laporta tiene que asumir es que la solución no está en echar al entrenador, porque lo mismo le va a pasar al siguiente y al siguiente y al de después.
A Laporta no le gusta Koeman, fenomenal, que fiche a otro, pero tiene que saber que en estas condiciones, ese otro va a hacer algo parecido porque el equipo no da para más. Y la solución no es echarle. Por lo que la pregunta que tiene que hacerse la Junta Directiva es: ¿Hay algún entrenador que pueda hacer magia con "lo que hay ahora"?