Los aficionados franceses viven el fútbol de una manera mucho más agresiva que cualquier otra liga europea, y la jornada del miércoles lo demostró vistosamente, ya que se vio enturbiada por varios incidentes entre los hinchas que habían acudido a tres de los 10 partidos que se disputaron. Hubo un total de 16 heridos en una pelea entre aficionados del Burdeos que habían visto el partido del Girondins en Montpellier.
La Prefectura del departamento de Hérault indicó en un comunicado que 16 personas ligeramente heridas fueron atendidas por los bomberos al finalizar el partido en un altercado entre hinchas del Girondins de Burdeos que volvían a casa en un autobús tras el partido y unos individuos "armados con barras de hierro" que les salieron al paso. Hughes Mouthouh, delegado del Gobierno, además de condenar "muy firmemente estos actos de una gran violencia", avisó de que "se tomarán todas las medidas necesarias para sancionar y prohibir el acceso al estadio a estos hooligans".
Un segundo encontronazo se produjo poco después de que el árbitro pitara el final del partido entre Angers y el Olympique de Marsella, cuando algunos de los espectadores invadieron el terreno de juego para pelearse. Simultáneamente hubo un lanzamiento de objetos desde las gradas que ocupaban hinchas de uno y otro equipo, lo que llevó a los antidisturbios a intervenir para separarlos y atajar la violencia.
Algo de tumulto se generó también en Metz, donde aficionados locales trataron de saltar al campo después de un encuentro en el que las pulsaciones se revolucionaron con la expulsión de dos de sus jugadores en un partido en el que perdieron frente al París Saint Germain (1-2).
La ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, insistió en la mañana del jueves en que "hay que identificar a las personas implicadas en esos altercados y para eso es necesario utilizar los medios que tienen los clubes, empezando por las cámaras de vídeo de los estadios". Para que así la comisión de disciplina de la Liga de Fútbol Profesional pueda examinar esos episodios en los próximos días.
Para mas inri, esta séptima jornada de liga en Francia se agravó por el accidente de tráfico de un minibús con aficionados del Olympique de Lyon en el que uno de ellos resultó muerto y otros ocho heridos. Esta nueva temporada, con público en los estadios, ha comenzado con una sucesión de enfrentamientos entre aficionados, como la del 22 de agosto, que se llegó incluso a suspender el Niza-Olympique de Marsella y el sábado pasado, que se produjo una invasión del césped por los aficionados en el duelo regional Lens-Lille.