Tres semanas más de baja. Un nuevo contratiempo para el Real Madrid y para Gareth Bale, que sufre una lesión en el sóleo de la pierna derecha, según le han diagnosticado este miércoles los servicios médicos del club blanco. Eso sí, la entidad no va a hacer público el parte médico del jugador, acogiéndose una vez más al derecho a la privacidad de los trabajadores recogida en la Ley 31/1995 sobre prevención de riesgos laborales.
Sea como fuere, lo cierto es que Bale forzó para ir convocado con la selección de Gales, que se jugará en la repesca de marzo la posibilidad de ir al Mundial de Qatar 2022, cuando lleva ya casi tres meses sin jugar con el Madrid. El último partido que el galés jugó con la camiseta blanca fue el pasado 28 de agosto, en la victoria liguera contra el Betis en el Benito Villamarín (0-1).
Desde entonces, el delantero de Cardiff se ha perdido 13 partidos con el conjunto blanco por culpa de una lesión de rodilla. No jugó el 6 de noviembre contra el Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu (2-1), justo antes del parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales, pero sí lo hizo —45 minutos, antes de ser sustituido en el descanso— el pasado sábado 13 con Gales frente a Bielorrusia (5-1), en la penúltima jornada de la fase de clasificación para Qatar 2022.
En el Madrid siguen con la mosca tras la oreja por culpa de las constantes lesiones del jugador, que volvió a la disciplina blanca el pasado verano tras una temporada cedido en el Tottenham Hotspur. Bale tiene contrato con el Real Madrid hasta el próximo 30 de junio, y en la entidad merengue ya casi ni está ni se le espera. Sólo esperan en el club a que llegue el final de temporada para que expire el contrato de un Gareth Bale que da prioridad a la repesca de marzo para poder disputar su primer Mundial.