Discurso pesimista en el FC Barcelona. El club admite que la renovación de Ousmane Dembélé está bastante complicada, después de la última reunión mantenida este miércoles con su representante, Moussa Sissoko, y empieza a dar por perdido al jugador. Un encuentro en el que las dos partes tenían previsto dejar cerrado el acuerdo para la renovación del internacional francés, que termina contrato el próximo 30 de junio, aunque la reunión no discurrió por los cauces previstos.
Según ha informado el periodista Gerard Romero, Sissoko trasladó el deseo de su representado de cobrar una salario bruto de 40 millones de euros y una prima de renovación de otros 20 millones, cifras muy alejadas de lo que el Barça está dispuesto a ofrecerle, especialmente teniendo en cuenta que necesita liberar masa salarial para poder cumplir el fair play financiero.
El club está decepcionado con la actitud de Dembélé, que ha sido más noticia por ir encadenando pequeñas faltas de disciplina y haberse pasado lesionado la mitad de las cuatro temporadas y media que lleva en el Barcelona que por su rendimiento en el terreno de juego. El último episodio ha sido que ha decidido casarse y nadie del club se ha enterado, lo que da cuenta de su falta de comunicación y sintonía incluso con sus propios compañeros. Y aún así, la entidad ha decidido convertirlo en la piedra filosofal de su nuevo proyecto.
De hecho, el presidente del Barça, Joan Laporta, dijo de él recientemente que es mejor que Kylian Mbappé, y su entrenador, Xavi Hernández, que a sus órdenes podría convertirse en el mejor del mundo en su posición. Sin embargo, las constantes exigencias de su representante a la hora de renovar su contrato no concuerdan con el mensaje del delantero francés, que siempre le ha expresado al entrenador y a la dirección deportiva su deseo de continuar en el Barça.
La renovación a la baja de Dembélé es una operación estratégica del club, no sólo de futuro sino también de presente para aligerar la masa salarial y así poder inscribir a Ferran Torres en LaLiga. Pero el extremo azulgrana no entiende por qué debe ceder ahora en sus pretensiones para ayudar económicamente al club, que se acaba de gastar 55 millones de euros más variables (10 millones) en fichar aun futbolista que además juega en su misma posición.
Lluvia de ofertas
El caso es que, a partir del 1 de enero, Ousmane Dembéle entrará en sus últimos seis meses de contrato con el Barcelona, lo que significa que podrá negociar libremente con cualquier otro club y en El Camp Nou son conscientes de que su renovación está más difícil que nunca. En este sentido, el diario Sport informa este jueves de que el galo, de 24 años, ya ha llegado a un principio de acuerdo con la Juventus de Turín para vestir la camiseta bianconera la próxima temporada.
No obstante, el rotativo catalán también asegura que el Manchester United y el Arsenal también andan tras los pasos del futbolista, que sigue escuchando ofertas aunque su gran deseo es fichar por el París Saint-Germain. El club francés, resignado ante la posibilidad de perder a un Kylian Mbappé que tiene todas las papeletas de irse al Real Madrid, ha pedido a Ousmane que espere para así poder ficharle gratis en 2022.