Ni los más viejos del lugar recuerdan tanta presencia de público visitante en un estadio como la que se ha registrado este jueves por la noche en el Camp Nou, en el partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League que ha enfrentado al FC Barcelona con el Eintracht de Fráncfort (2-3), con la presencia de más de 25.000 seguidores alemanes.
Así, los hinchas visitantes —que disfrutaron durante hasta más de 20 minutos después de acabado el partido festejando con sus jugadores aún en el campo— ocuparon muchas más de las 5.000 entradas que habían comprado en Alemania en un Camp Nou al que acudieron 79.468 espectadores.
SOMOS LOCALES. 🦅🏟#FCBSGE https://t.co/CQUDlfjga9
— Eintracht Frankfurt (@eintracht_esp) April 14, 2022
Durante las horas previas, dos mareas de aficionados del Eintracht, que llegaron al estadio andando procedentes del centro de Barcelona, cortaron algunas arterias principales como la avenida Diagonal. La presencia alemana fue tan multitudinaria y ruidosa que el Camp Nou, en varios momentos, se convirtió en un reflejo del Waldstadion de Fráncfort.
Los jugadores del Barça hasta tuvieron que aguantar una pitada sonora cuando salieron a calentar a media hora del inicio del encuentro. "Nos silban, pero se acordarán de ello", sentenció entonces el speaker del Barça, Pep Callau. En ese momento, la mayoría de aficionados presentes en las graderías del estadio eran del Eintracht y ni la música a todo volumen logró acallar a los hinchas visitantes. La mayor proporción de ellos se ubicaron en la parte del gol sur de la tercera gradería, donde tenían habilitadas las 5.000 localidades (el 5% del aforo del Camp Nou) que la UEFA reserva para la afición visitante.
Una pasión es una pasión. Y esta es la nuestra: ¡EINTRACHT FRANKFURT! 🦅🙌#FCBSGE https://t.co/6ut5fLNNQc
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Pero se pudieron ver camisetas blancas en todos los rincones del estadio, incluida la tribuna. De hecho, en algunas zonas, como en el córner izquierdo del gol sur, se formaron grandes grupos de aficionados del Eintracht. La situación cambió cuando se fueron llenando el resto de localidades disponibles con aficionados azulgranas, que dejaron un aspecto de gran noche en el Camp Nou. Los seguidores culés, ante el desconcierto de lo que se estaba viviendo, intentaron revertir la situación animando sin descanso a su equipo desde antes del inicio del partido.
Así, se intentó cantar el himno del Barça a capela en los minutos previos, que también fue silbado por los aficionados del Eintracht. Pero una vez iniciado el encuentro los cánticos locales, comandados por la grada de animación, lograron imponerse en general a los de los seguidores del Eintracht en el primer tiempo. Precisamente, la grada de animación decidió no aparecer durante los primeros 10 minutos del segundo tiempo como señal de protesta por lo que estaba ocurriendo en el feudo azulgrana.
La situación anómala vivida en el Camp Nou se originó por varios factores. Entre ellos, que los aficionados del Eintracht llegaron a pedir 30.000 entradas, algo inaudito, y que el FC Barcelona pidió la semana pasada a sus socios abonados que, en caso de que no pudieran ir a presenciar los partidos, cedieran gratuitamente su asiento para que el club pueda "maximizar el apoyo al equipo y generar nuevos ingresos".
La entidad se dio cuenta el miércoles de la situación peligrosa que se estaba originando, pese a no permitir la compra de entradas con IP o tarjeta de crédito de procedencia alemana, además de cerrar la venta de entradas en las taquillas del Camp Nou. Sin embargo, fue demasiado tarde.
Laporta anuncia medidas
Sobre este asunto se ha pronunciado el presidente del Barça, Joan Laporta, asegurando que como barcelonista se siente "dolido": "Lo que ha pasado en las gradas es vergonzoso e indignante. Tendremos que ser muy estrictos y todo apunta a que se produjeron cosas raras. Como culé he sentido vergüenza. Tomaremos medidas y las explicaremos".
Al final del partido, el entrenador del equipo, Xavi Hernández, hablaba de este asunto en declaraciones a los micrófonos de Movistar Plus. "Es una evidencia que el ambiente no nos ha ayudado. Esto parecía una final, con el campo dividido. El club está tratando de averiguar qué ha pasado. Ha sido un error de cálculo nuestro, está claro", dijo el técnico de Tarrasa.
Sobre la germanización del Camp Nou se ha pronunciado también Jordi Cruyff, miembro de la dirección deportiva del Barça. "Me he quedado sorprendido porque hemos jugado un partido en casa y no se ha notado", explicaba el hijo del mítico Johan Cruyff.