Menú

Emotiva despedida del Bernabéu a Marcelo, respeto a Isco e indiferencia para Bale

Tres despedidas distintas para tres jugadores que se marcharán con muchos títulos del Real Madrid, pero con distintas trayectorias.

Tres despedidas distintas para tres jugadores que se marcharán con muchos títulos del Real Madrid, pero con distintas trayectorias.
Marcelo, en el centro. | Cordon Press

Era el último partido de la temporada en el Santiago Bernabéu aunque quizá no sea la última vez que la primera plantilla tiene una cita en su estadio y con su afición. Eso dependerá de lo que suceda el sábado 28 de mayo en París y si hay posterior celebración. A la espera de saber si el Real Madrid logra su decimo cuarta Champions League tres futbolistas se despidieron del Real Madrid. Marcelo, Isco y Bale, cuyos contratos no se renovarán una vez terminen en el próximo mes de junio. Fueron tres despedidas distintas. Hubo mucho cariño y admiración para el actual capitán Marcelo, respeto para Isco y total indiferencia para Bale que no estuvo ni en el banquillo.

Marcelo es una leyenda del Real Madrid. 16 temporadas en el conjunto blanco. Debutó con Fabio Capello tras llegar en un mercado de invierno. Por aquel entonces no se intuía el futbolista que había llegado al equipo porque hablamos de la persona, junto a Paco Gento, que más títulos (23) ha logrado en la historia del club. En París, donde podría tener minutos, según insinuó Ancelotti, podría desempatar y ser el futbolista más laureado en 120 años del Real Madrid. Palabras mayores.

La afición blanca, consciente de su legado, no falló en la ovación a Marcelo a partir del minuto 69 cuando Ancelotti ordenó que entrara al terreno de juego. Era su partido número 545 con la camiseta blanca. El fondo sur comenzó a corear el nombre del brasileño y así les acompañó el grueso de las gradas. Hubo grandes momentos a raíz del pitido final. Vimos al resto de compañeros como le ovacionaban haciendo un circulo a su alrededor, a Marcelo visiblemente emocionado cuando se tocaba el escudo y agradecía al público que cantaran su nombre o un bonito abrazo con otro veterano, Joaquín.

Marcelo tuvo un momento familiar porque con el partido finalizado Enzo, su hijo, hizo caso a los pocos aficionados que quedaban en el estadio, y entró en el vestuario a por su padre. Casi media hora después del pitido final, ahí estaban el chaval, de 12 años y futbolista del Real Madrid y Marcelo, abrazados, viviendo un momento que siempre recordarán.

Se dio la casualidad que Marcelo entró al terreno de juego junto a Isco. Es un cambio simbólico porque los dos entraron a la vez en la final de la Champions League de Lisboa cuando el Real Madrid perdía 0 a 1 ante el Atlético de Madrid. Marcelo, no solo es leyenda por sus títulos, sino también por su comportamiento. No ha tenido ni un solo incidente o problema. No así Isco cuyo fútbol enamoró al Bernabéu desde su debut, curiosamente ante el Betis, pero cuyos últimas cuatro temporadas han pasado sin pena ni gloria. Aun con todo, al futbolista se le pudo ver emocionado.

Esa fue la sensación que dejó el Bernabéu respecto al malagueño. Respeto por lo que hizo durante sus primeros años, con aplausos cuando entró al césped, pero sin que se llegara ni si quiera a corear su nombre. Isco llegó a ser titular en la final de la Champions League de Cardiff donde el Real Madrid goleó a la Juventus (4-1) pero desde la llegada de Solari, con quien tuvo un problema directo con un expediente abierto por parte del club, su trayectoria en el Real Madrid se fue apagando poco a poco hasta ser un jugador casi residual. Un dato que refleja esto es que Isco no ha tenido ni un solo minuto en esta edición de la Champions League. Si el Real Madrid logra ganar al Liverpool, Isco no podría sumarse esta Champions en su historial y tiene pinta de que no será así porque Ancelotti habló de él como si este partido ante el Betis hubiera sido el último con la camiseta blanca. Queda la sensación de que Isco podría haber durado más a un nivel top.

De Gareth Bale no hay mucho que comentar porque finalmente no se vistió de corto y no estuvo ni en el banquillo. Nos quedamos con la duda de cómo hubiera reaccionado el Bernabéu si Ancelotti le hubiera dado unos minutos o con el anuncio de su nombre por megafonía. Un futbolista que ha sido clave en tantos títulos, 4 Champions League sin ir más lejos, con goles para la historia como el de Lisboa, el de Kiev o la final de Copa del Rey ante el Barcelona, se marcha del Real Madrid por la puerta de atrás. El galés ha ganado más títulos que Zidane, ha dado más asistencias que Beckham o logrado más goles que Ronaldo Nazario. Con Bale la sensación es que los caminos debieron haberse separado antes y lograr perdurar en la memoria otra imagen bien distinta de la que es, también, una leyenda del Real Madrid. Una leyenda, cuyo última sentencia del Bernabéu, fue una pitada el pasado 9 de abril ante el Getafe cuando volvía al que ha sido su estadio dos años después. Otro dato que refleja cómo han sido sus últimas temporadas. Y es que los problemas que alega tener en la espalda le impidieron estar también en la celebración del pasado título de Liga.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios