El Mundial de Qatar, a pesar de la vergüenza que supone a nivel de derechos humanos y ruptura del calendario de ligas y torneos, puede traer algo bueno si finalmente funciona y se adapta en otros países el famoso fuera de juego semiautomático que verá la luz ahí. Explicamos cómo funciona y cuánto se tardará en determinar que hay o no fuera de juego.
¿Cómo funciona?
El sistema completo incluye un total de 12 cámaras que se instalarán bajo la cubierta del estadio. Ellas captarán los movimientos del balón y también 29 puntos de datos de cada futbolista. Todo ello para calcular sus posiciones exactas dentro del terreno de juego. Incluirán las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para generar un fuera de juego, es decir, no contarán las manos y los brazos.
Además de esto hay que tener en cuenta el balón, el A Rhina de Adidas, que tendrá en su interior un sensor, el cual mandará datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo. Entre las cámaras y el balón, el sistema queda completado. Eso sí, los colegiados comprobarán manualmente lo procesado por el sistema.
"Se habla de árbitros robots, queda bien, pero no es verdad. Los árbitros de campo seguirán siendo decisivos. El fuera de juego semiautomático solo será utilizado cuando un futbolista que esté en fuera de juego toque la pelota. Si hay interferencia en la jugada, será decisión del árbitro. En cuatro o cinco segundos se podrá detectar el fuera de juego, pero eso es imposible, será en 25 o 20 segundos, algo muy importante. El objetivo es ser más rápidos y más certeros", comentó Pierluigi Collina, responsable arbitral de la FIFA.
Se ahorrará tiempo
De 70 segundos de media en el pasado se pasará a 25. Eso es lo que se estima en las previsiones que se han hecho de este fuera de juego semiautomático. Cuando haya un gol dudoso, una bandera naranja alertará de la revisión. Por otro lado, una vez tomada la decisión final, se recreará la jugada en las pantallas de los estadios con una animación 3D y estas se verán en televisión.