
Gerard Piqué se convirtió en el central mejor pagado del mundo cuando firmó su último contrato con el FC Barcelona en enero de 2018, según desvela El Mundo en el segundo capítulo capítulo de 'Barçaleaks' en el que el diario madrileño desvela nuevos detalles sobre los contratos e interioridades de la entidad azulgrana.
El defensa catalán y el Barça acordaron un salario de 142 millones de euros brutos por cinco temporadas (desde la 2017/18 hasta la 21/22); es decir, un sueldo neto de unos 15 millones al año.
Además, según el citado medio, Piqué exigió cobrar más que Sergio Ramos, entonces jugador del Real Madrid y que en 2021 abandonó la entidad blanca para fichar por el París Saint-Germain. En ese momento, el jugador sevillano cobraba 12,5 millones netos y Piqué pasaría a ganar unos 15 millones limpios.
La llegada de la pandemia cambió las condiciones del contrato. Por un lado, toda la plantilla aceptó unos recortes salariales temporales mientras que el club aplicó un ERTE. Después fueron varios los jugadores que ampliaron su vinculación con el Barça, difiriendo además sus salarios. Entre ellos estuvieron Marc-André Ter Stegen, Frenkie de Jong, Clement Lenglet y Gerard Piqué.
El central catalán firmó una renovación en la que su salario era progresivo: Así, Piqué cobraría 18 millones de euros brutos en la campaña 2020/21; 27,7 millones en la 21/22; 29,5 millones en la 22/23 y 40,8 millones en la 23/24.
El propio Piqué desmintió que su salario fuera tan elevado cuando salió publicado en varios medios y hasta colgó su nómina semestral, de 2,32 millones de euros. Sin embargo, dicha cantidad no refleja la parte variable de su contrato.
"Gravísimo perjuicio al club"
Por otro lado, el diario El Mundo también desvela que la directiva del Barcelona elaboró un informe en el que se señalaba a Gerard Piqué como causante de un "gravísimo perjuicio al club" por el documental sobre Antoine Griezmann.
Y es que Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, fue la encargada de producir el documental La decisión, en el que Griezmann decidía si fichaba por el Barça o abandonaba el Atlético. Al final el futbolista francés decidía quedarse en la disciplina colchonera, aunque luego sí acabaría recalando en julio de 2019 en la disciplina azulgrana, donde ha permanecido dos temporadas antes de volver al Atlético de Madrid (2021) en calidad de cedido por dos años.