Se acabó el culebrón Griezmann. El delantero internacional francés ya es jugador del Atlético de Madrid a todos los efectos tras firmar con el club rojiblanco su nuevo contrato hasta el 30 de junio de 2026, después del acuerdo al que ha llegado la entidad colchonera con el FC Barcelona.
El Atlético abonará 20 millones de euros (más dos millones en posibles variables), frente a los 40 millones estipulados en la cesión por dos temporadas firmada en verano de 2021, mientras que el jugador hará el esfuerzo de bajarse el sueldo con tal de jugar vestido de rojiblanco.
Un acuerdo, por tres años más, que todavía no es oficial —lo será la próxima semana— y que satisface a todas las partes: al Atlético porque va a pagar 20 millones de euros y no 40, al Barça porque se quita de encima una ficha altísima de un jugador que no entra en sus planes y al propio futbolista porque podrá jugar de inicio siempre que Diego Pablo Simeone lo estime oportuno.
También el propio técnico argentino sale beneficiado con este entente, pues no tendrá que limitar las presencias de uno de sus jugadores favoritos y podrá alinearlo desde el inicio. En este sentido, cabe recordar con el acuerdo que ahora termina, el Atlético tendría que haber pagado 40 millones al Barça si Griezmann jugaba la mitad de los minutos en el 50 por ciento de los partidos que disputase esta campaña.
De ahí que el galo sólo haya sido titular en dos partidos este curso (en el derbi ante el Real Madrid y el pasado martes en Champions frente al Brujas, saldados ambos con derrota) y que fuera suplente en la mayor parte de encuentros, entrando al campo bien entrada la segunda mitad (a partir del minuto 63-64, en lo que se ha venido conociendo como la zona Griezmann).
Pero ahora con el nuevo acuerdo la cosa cambia y, una vez que se haga oficial, Simeone podrá alinear al francés de inicio en todos los partidos que desee.