El de Jack Grealish no está siendo uno de los nombres destacados de Inglaterra en este Mundial. Inmerso en las múltiples rotaciones del equipo en ataque, en estos momentos parece estar por detrás de Foden, Saka, Sterling o Rashford. Aunque no son pocas las voces que se han levantado en el país reclamando más presencia del futbolista del Manchester City, hasta ahora su aportación se ha limitado a entrar en el tramo final de cada uno de los tres encuentros disputados hasta la fecha. Aun así, ha tenido tiempo de marcar un gol ante Irán, y realizar una de las celebraciones más emotivas del campeonato.
Pero el nombre de Jack Grealish va intrínsecamente ligado a una curiosa historia. A una historia familiar… no siempre positiva.
Villano desde la cuna
Fichaje más caro en la historia del Manchester City –y segundo de la Premier League- al pagar los citizens 117 millones de euros por él en el verano de 2021, sus inicios como futbolista fueron en el Aston Villa. No podía ser de otra manera.
Su tatarabuelo, Billy Garraty, fue futbolista del conjunto de Birmingham a comienzos del siglo XX, formando parte del equipo que se proclamó campeón de la FA Cup en 1905. Garraty, de hecho, sería nombrado mejor futbolista de aquella final. En total, más de un centenar de goles en los más de 200 partidos disputados con su Aston Villa.
Una leyenda del fútbol británico, que llegaría a ser internacional con Inglaterra, y que aún hoy se mantiene dentro del top ten de goleadores históricos del Aston Villa.
Evidentemente, no pudo ver el debut de su tataranieto con la camiseta villana. Pero su familia siempre le tuvo presente. No son pocas las ocasiones en las que el propio Jack Grealish le ha mencionado, sobre todo en sus inicios en el equipo de Birmingham.
Inicios que se producirían ya con 6 años, cuando pasó a formar parte de la Academia del Aston Villa. Su debut con el primer equipo se produjo a comienzos de la temporada 2014-2015, después de pasar la temporada anterior cedido en el Notts County.
Fue villano durante siete temporadas, tres de ellas en la segunda categoría del fútbol inglés. Y precisamente ahí protagonizó uno de sus momentos más icónicos. En el siempre tenso derbi de la ciudad ante el Birmingham City, un aficionado del equipo rival saltó al césped, llegando a agredirle. Grealish pudo seguir jugando, y en el tramo final del encuentro marcó el único tanto, que permitió al Aston Villa llevarse la victoria. "El mejor día de mi vida", expresaría el futbolista al concluir el partido.
Su primer encuentro con la selección inglesa fue ante Dinamarca, en partido correspondiente a la Nations League, el 8 de septiembre de 2020. Desde entonces, es un habitual en las convocatorias de Gareth Southgate.
Y eso que estuvo a punto de jugar para otro país. Sus abuelos son irlandeses, y de hecho Grealish jugó con la selección nacional de Irlanda en las categorías inferiores, hasta la sub21. Sin embargo, en 2015 se decantó por los three lions, lo que generó un gran conflicto entre ambas federaciones.
En honor a su hermano
Jack Grealish, además de a su tatarabuelo, siempre ha tenido presente, durante toda su carrera, a su hermano pequeño Keelan, que falleció con apenas nueve meses de vida a causa del síndrome de muerte súbita del lactante.
A él le dedicaría el primer tanto de su carrera como profesional. "Mi primer gol como profesional se lo dedico a mi hermano pequeño en el más allá. El amor no tiene fin. Descanse en paz", declararía a la prensa. Un gol tras el que subió a la grada a celebrarlo con su familia. "Me acerqué a mi madre y lloramos. En ese momento sentíamos que él estaba ahí con nosotros".
A su hermano Keelan, y a su tatarabuelo Billy Garraty, que fue quien inculcó el amor por el fútbol –y por el Aston Villa– en la familia, querrá dedicar Jack Grealish una victoria en el presente Mundial de fútbol.