1-0 de Pedri y poco más que decir de un Barcelona que se llevó los tres puntos ante el Getafe de Quique Sánchez Flores con lo justo. La pregunta es clara: ¿Mereció el conservadurismo del Barcelona de Xavi los tres puntos ante el Getafe? No, la verdad es que no, viendo sobre todo el miedo a perder del entrenador culé que casi le lleva precisamente a quedarse con dos puntos menos.
Solo con miedo al empate se puede explicar, por ejemplo, el cambio que hizo Xavi en la segunda parte cuando el partido tampoco estaba demasiado agitado. Quitó a Raphinha y metió a Kessié para fortalecer el medio. No salió bien el cambio y el gol de Pedri tembló en el luminoso ante las contras del Getafe.
Si el conjunto de Quique Sánchez Flores, que regaló el 1-0 en un fallo defensivo, hubiese tenido más pegada con Enes Unal o Borja Mayoral, el Camp Nou se habría ido a casa con la decepción de ver a su equipo sin la victoria. Por suerte para ellos, el Getafe estuvo tan desacertado como Ansu Fati en el ataque azulgrana. El 10 culé lo intentó, pero no le salió nada. Lewandowski en la grada vio como su joven compañero se iba de vacío y como el único que creo peligro fue Dembélé.
Por otro lado, el Barcelona debió jugar con uno menos el último tramo de la segunda parte por roja directa a Dembélé que se marchó al limbo porque el nivel arbitral en España sigue siendo el que es. La entrada de Dembélé a Alderete era roja. Directa. Y los que estaban en el VAR lo saben, pero no quieren problemas y esa cobardía constante es lo que hace que en España tengamos arbitrajes tan vergonzosos. Lo sabía hasta Dembélé que no paró de mirar al árbitro por si le llamaban del VAR. No lo hizo y se mantuvo el 11 vs 11 el resto del encuentro.
En conclusión, el Barcelona se llevó la victoria por la mínima con un juego que seguramente criticaría Xavi en caso de que no fuese su equipo el que lo ha practicado. Eso sí, el Barcelona es sólido con los resultados cortos. Lo fue en el Metropolitano y lo fue en el Camp Nou ante el Getafe.