
El fútbol inglés es cada vez menos inglés. Tras la venta del Newcastle a Arabia Saudí hace unos meses, sólo quedan tres equipos de la Premier League propiedad de británicos. El Brighton, el Brentford y el Tottenham, pero parece que esta lista se va a volver a reducir. Los Spurs de Daniel Levy están en venta: el empresario inglés de origen judío pide 5.000 millones de libras por el último grande de la isla que todavía no pertenece a un multimillonario extranjero.
La primera oferta por el club londinense ya ha llegado: el iraní-estadounidense Jahm Najafi ofrece 3.500 millones de libras. Multimillonario y CEO de Najafi Companies, una empresa de capital inversión con sede en Phoenix. El empresario ya sabe lo que es el mundo del deporte y lleva años muy involucrado en la NBA: es copropietario de los Phoenix Suns, equipo que acaba de fichar a Kevin Durant en una operación que ha puesto patas arriba el baloncesto norteamericano, y además es miembro del consejo de la NBA.
La primera oferta de Najafi ha sido rechazada por Levy. El Financial Times apunta a que Levy todavía no se ha puesto de acuerdo con su socio Joe Lewis en cómo vender la entidad. Los actuales propietarios se plantean quedarse una minoría de las acciones del club si la oferta no es lo suficientemente satisfactoria.
Negociador implacable
La afición del Tottenham lleva tiempo pidiendo que Levy dé un paso atrás. Negociador implacable y de carácter imprevisible, el inglés lleva más de dos décadas al frente del club de su vida. Su mano de hierro a la hora de negociar salidas ha provocado más de un dolor de cabeza en el fútbol europeo. Bien lo sabe el Real Madrid, que tuvo que convertir a Gareth Bale en 2013 en el futbolista más caro de la historia tras una negociación que duró meses, y que terminó por convencer a Levy a cambio de 101 millones de euros. Tampoco lo tuvieron fácil para salir del viejo White Hart Lane futbolistas como Berbatov, Keane o Sol Campbell.
La operación del Tottenham no será cosa de unos días o unas semanas como la del Manchester United, cuya venta está prácticamente cerrada entre el Banco Islámico de Qatar y la familia Glazer. Se espera que los qataríes paguen unos 5.600 millones de libras por el equipo de Old Trafford.
Daniel Levy y Joe Lewis no rebajarán a corto plazo el precio de los Spurs, pero desde fuera ven improbable que alguien llegue a las cifras que pide, y más teniendo en cuenta lo que va a costar el gigante Manchester United, una marca mayor que la del Tottenham.

Pase lo que pase, en Inglaterra preocupa la deriva de los clubes: ya sólo quedan tres equipos, incluyendo a los Spurs, que sean propiedad 100 % de los ingleses. Una realidad que está afectando también a los estadios, y es que los nuevos propietarios optan por construir nuevos recintos y dejar atrás viejas reliquias del balompié en el país en el que nació el deporte rey.