La multipropiedad en el mundo del fútbol es cada vez más popular. De acuerdo con un estudio de Deloitte, existen a día de hoy 70 clubes en multipropiedad, una cifra cinco veces superior a la de hace cinco años. El fútbol inglés ha adoptado de lleno este concepto: el Manchester City fue pionero con la creación del City Football Group, y el Chelsea quiere imitarlo: Todd Boehly desea comprar el Estrasburgo de la Ligue 1 y empezar a crear una red de equipos filiales en Europa.
Un modelo de propiedad que comenzó Red Bull allá por 2005 con la refundación del Salzburgo: hoy en día la marca de bebidas energéticas tiene equipos en Alemania (Leipzig), Estados Unidos (Nueva York) y en Brasil (Bragantino). El Manchester City, con Ferran Soriano a la cabeza, se dio cuenta de que era una manera eficaz de generar grandes canteras y redes de jugadores. Abu Dabi creó el City Football Group en 2013 y hoy ya tiene equipos en Estados Unidos, Australia y... Europa. El Girona de LaLiga Santander, el Troyes de la Ligue 1, el Palermo italiano o el Lommes belga son propiedad de los citizens.
El Chelsea quiere repetir el modelo del equipo de Guardiola. La principal razón es clara: el equipo londinense lleva años siendo el club europeo con mayor número de jugadores en propiedad, lo que ha llegado a ser un problema, en términos de cesiones, por las limitaciones de la FIFA. Tener uno o dos equipos 'filiales' que jueguen en grandes ligas es la oportunidad perfecta para esquivar las normativas (tal y como han hecho con los largos contratos recientes) y de paso conseguir que jóvenes talentos se fogueen en la élite.
Crear una red de filiales en Europa
La deriva que toma esta tendencia es clara: los equipos ingleses con grandes fortunas detrás conseguirán crear una red de clubes 'filiales', ya no sólo en ligas menores norteamericanas, australianas o brasileñas, sino también en el fútbol de élite europeo. El modelo funciona para las dos partes: el Girona o el Troyes han conseguido asentarse en la categoría más alta de sus respectivos países gracias a las inyecciones económicas de sus dueños y las cesiones de estos equipos. El Palermo en Serie B estaba casi en quiebra, y el City consiguió salvar al equipo siciliano con su compra.
Nueve de los veinte equipos de la Premier League pertenecen a dueños que tienen otros equipos de su propiedad. Todd Boehly, tras la compra del Chelsea a Roman Abramovich, aseguró que llegaba al mundo del fútbol para crear un imperio deportivo parecido al que tiene en Estados Unidos: es dueño de Los Angeles Dodgers de la MLB y es accionista de los Lakers. Ahora en Europa quiere comprar al Estrasburgo de la Ligue 1, según informa el diario L’ Équipe, después de que el Santos brasileño rechazase una oferta del americano hace unos meses.
Arsenal, Liverpool y United
No sólo el Chelsea, los propietarios estadounidenses del Arsenal y del Liverpool estudian asimismo emprender esta vía de negocio: Kroenke, dueño de los Gunners, ha explorado la posibilidad de adquirir clubes en Brasil, Portugal y Bélgica, mientras que FSG, el grupo inversor detrás del equipo de Anfield, llegó a un acuerdo hace unos meses para la entrada del grupo RedBird en la propiedad.
RedBird compró el Milán en agosto de 2022 y también es dueño del Toulouse francés. Al haber entrado en FSG, esto le hace dueño en parte del Liverpool, lo que significa que Milán y Liverpool, dos gigantes europeos, han formado una alianza que, a su vez, quiere replicar Qatar con la compra del United y crear así un binomio PSG-Mánchester. Además, Qatar ya se hizo con una parte minoritaria del Sporting de Braga en octubre del año pasado: otra "filial" más para la colección.
También está el caso, algo fallido, del Watford, que ahora está en Championship, de la familia italiana Pozzo. El empresario transalpino consiguió crear una red a menor escala entre Watford, Udinese y Granada, hasta la venta de este último hace unos años. Los jugadores hacían puentes aéreos entre estos tres equipos, pero la realidad es que los proyectos deportivos no acabaron de funcionar en el campo.
Lo que está claro es que el modelo de multipropiedad en el fútbol ha llegado para quedarse con la entrada masiva de los países árabes y el interés creciente de los grandes inversores estadounidense en el deporte rey.