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Las luces y las sombras del estreno de la nueva España de Luis de la Fuente

España goleó a Noruega en un debut que dejó detalles para la esperanza y otros desalentadores.

España goleó a Noruega en un debut que dejó detalles para la esperanza y otros desalentadores.
Luis de la Fuente se estrenó con victoria en el banquillo de la absoluta | EFE

En el fútbol, como en la vida misma, es muy complicado que se den los milagros. Haberlas, haylas como dicen en Galicia de las Meigas, pero en cuatro días de trabajo que es lo que ha estado con el nuevo grupo Luis de la Fuente no se puede pretender cambiar la cara de un equipo de manera radical.

España debutó con victoria, 3-0 ante Noruega, en el primer partido de la fase de clasificación para la Eurocopa de Alemania de 2024 en el que supuso el estreno del técnico de Haro en el banquillo de la selección absoluta. Un encuentro que arrojó un resultado muy engañoso. España no fue mejor que Noruega en casi ningún registro del juego, exceptuando la pegada -¡cómo echaron de menos los vikingos al lesionado Erling Haaland!-.

Como decía antes es complicado sacar conclusiones de la Nueva España en tan poco tiempo, pero ya se vislumbran algunos brotes verdes. Como dijo el propio seleccionador en la rueda de prensa posterior al partido, aún hay mucho trabajo que hacer para minimizar los puntos débiles de un combinado que debe dar mucho más para enganchar a una afición desencantada que se quedó muy tocada tras el tremendo fracaso del Mundial de Qatar.

Luces en el debut de Luis de la Fuente

Lo primero que destaca de esta nueva etapa es algo que se vio ya al conocer la primera convocatoria de Luis. Se impone la meritocracia. Este sábado ante Noruega jugadores denostados para Luis Enrique como Kepa, Nacho, Dani Ceballos o Mikel Merino dieron muestras de que no había motivo deportivo alguno para su ostracismo. Con su rendimiento dejaron retratado al asturiano. Kepa salvó a los nuestros con dos intervenciones de mucho nivel, sobre todo una a bocajarro ante el remate de Aursnes tras un exquisito centro desde la derecha de Sorloth.

Nacho sigue demostrando partido a partido que, hoy por hoy, no tiene nada que envidiar a la élite de zagueros del fútbol mundial. Rápido al corte, pegajoso en la marca y corrigiendo como un titán, el defensa del Real Madrid demostró que con él Luis Enrique cometió una de las mayores injusticias futbolísticas de los últimos años.

Otro caso sangrante es el de Mikel Merino. El centrocampista de la Real Sociedad, ausente en el Mundial por capricho de Luis Enrique, ayudó a Rodri en la contención y sus apariciones por sorpresa desde segunda línea fueron el mejor recurso que encontró España para sorprender a la sólida defensa noruega.

Con Dani Ceballos España ganó la batalla por el control de balón. El centrocampista del Real Madrid se echó al equipo a la espalda e incluso metió un pase al hueco exquisito que dejó solo ante el portero noruego a Yeremy Pino.

En cuanto al juego, un aspecto positivo es que con De la Fuente se intuye -aún hay que quitarse el complejo de la posesión estéril- una mayor verticalidad. Otro factor a destacar fue la tremenda eficacia de cara a puerta que demostró España. Pegada brutal, maximizando las llegadas y exhibiendo gol.

Sin duda lo más reseñable fue el contar con varios registros de juego. Con Popeye -así le llaman de forma cariñosa sus amigos a Luis de la Fuente- será complicado acertar un once o dar con el esquema con el que sale de cara. Ayer en el minuto 80 decidió tirar de plan B. Sacó a Joselu por Morata y España exhibió un recurso que tenía casi prohibido en la anterior etapa. Centros laterales buscando al delantero que más duelos aéreos gana de toda Europa. Una maravilla olvidada durante años el poder tirar de un ‘9’ puro, un killer como el delantero del Espanyol al que poder colgar un balón al área. Así llegó el 2-0 cuando más apretaba Noruega. El delantero gallego, otro olvidado por Luis Enrique, tuvo un debut histórico con España a sus 32 años. Dos goles en cuatro minutos que dejaron finiquitada la contienda.

Un aspecto muy positivo fue la gestión de los cambios. De la Fuente movió rápido el árbol y consiguió mejorar el rendimiento del combinado español con la entrada de Oyarzabal, Dani Ceballos, Yeremy Pino, Fabián y el mencionado Joselu. Luis Enrique, al que le costaba un mundo tocar piezas en pleno partido, raramente conseguía mejorar el equipo con las sustituciones, más bien como pasó en el Mundial de Qatar, era al contrario. Lo empeoraba.

Por último hay que congratularse de que España mantenga la mejor virtud que poseía en la etapa de Luis Enrique. La presión tras perdida es exquisita. Con el técnico de Haro, además, se intuye que mejoraremos en este aspecto, ya que no solo se verá una presión intensa adelantada, en ocasiones, cuando el partido lo requiera, utilizará un bloque medio o incluso bajo.

Las sombras que aún martirizan a España

En el lado negativo, aún perduran vicios del pasado Luis Enriquista en los que hay que incidir para corregir. La posesión estéril, la fragilidad defensiva sobre todo a la hora de replegar -concedimos demasiadas y claras ocasiones a Noruega que con Haaland nos hubiera vacunado- y la obsesión por sacar la pelota desde atrás, lo que sigue generando importantes sustos. Otro aspecto negativo fue la posición de Iago Aspas. Anclado casi como interior, sin su movilidad habitual, no lució como acostumbra. Tras cinco años fuera de la Selección, su vuelta fue muy gris.

El debut de Luis de la Fuente se resolvió por pegada y dejó claro que hay bases prometedoras y buenos mimbres, pero también que hay que bajar al barro, picar piedra, trabajar mucho y retocar algunos de los cimientos del pasado que siguen siendo un auténtico lastre en este equipo.

Este martes en el Hampden Park de (Glasgow) España tiene una nueva prueba ante Escocia.

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