La propiedad extranjera no funciona en LaLiga española. Al menos, de momento. La temporada 2022-23, a falta de nueve jornadas para que finalice, está poniendo de manifiesto un problema en el fútbol español: los dueños extranjeros de los equipos no están obteniendo buenos resultados en el césped. Los clubes que más muestran esta nefasta gestión son el Valencia de Peter Lim y el Espanyol del grupo inversor chino Rastar.
La clasificación a día de hoy es la que es: los cuatro últimos equipos de la tabla tienen dueños extranjeros y hasta la jornada pasada eran cinco. Estos son el Elche de Christian Bragarnik (argentino), el Espanyol de Chen Yansheng (chino), el Valencia de Meriton y Lim (Singapur) y el Almería de Turki Al-Sheikh (Arabia Saudí). El Valladolid de Ronaldo (Brasil) respira gracias a su victoria este fin de semana, pero sigue a cinco puntos del descenso, mientras que los otros dos equipos con capital mayoritario extranjero, el Mallorca y el Girona, están viviendo en la zona media de la tabla esta temporada.
El fracaso del Valencia y el Espanyol
Todavía queda un mes y medio para que termine la Liga, pero la situación de dos históricos como el Valencia y el Espanyol es más que alarmante. El conjunto valencianista lleva años sumergido en una profundad crisis deportiva e institucional que parece no tener fin. Peter Lim se ha desentendido completamente de la situación de un club que navega a la deriva. El cuarto equipo histórico del fútbol español está en la UCI tras su derrota en casa ante el Sevilla, y es uno de los claros candidatos al descenso.
Empatado a puntos con el Valencia está el Espanyol. El equipo catalán estuvo una temporada en Segunda División hace tres años, pero desde su ascenso en 2021 no ha remontado el vuelo. Cambios de entrenador, fichajes fallidos, operaciones desastrosas como la de Raúl de Tomás: los pericos son penúltimos y se encomiendan a un milagro de Luis García en el banquillo para salvar la categoría.
Antítesis de lo que sucede en la Premier
Lo que muchos aficionados se preguntan en España es lo siguiente: ¿por qué no funcionan estos equipos con dueños multimillonarios extranjeros como sí ocurre en Inglaterra? Quizá son los techos presupuestarios y salariales que impone la Liga, pero lo que está claro es que en nuestro país ningún equipo con dueño extranjero ha funcionado sin implosionar después. El ejemplo más evidente, más allá del Valencia, es el Málaga de Pellegrini, que llegó a unos cuartos de final de Champions y que actualmente va camino de dejar el fútbol profesional.
Parece que el modelo que mejor funciona es el del Girona. El conjunto gerundense se ha convertido en un filial del Manchester City y del City Football Group. El equipo va a mantener la categoría y sigue disfrutando de jugadores jóvenes con proyección dentro de un modelo que gira en torno al club de Pep Guardiola. Mientras en las islas británicas sólo quedan tres equipos de dueños ingleses, en España la realidad invitará al pesimismo cuando un empresario extranjero se plantee comprar un equipo debido al miedo a lo que ha sucedido en equipos como el Valencia, Málaga, Espanyol o Racing.