Minuto 21 de partido. A Jamie Pollock le llega un balón alto. De primeras, se deshace de su rival con un magistral sombrero y, sin dejar caer el balón, supera con un cabezazo al guardameta, mediante una vaselina perfecta. Es un golazo. Sólo hay un problema: lo ha marcado en su propia portería. Por eso, 25 años después, se sigue recordando como el gol en propia puerta más espectacular de toda la historia.
El duelo era de enjundia. Manchester City y Queens Park Rangers se enfrentaban aquel 25 de abril de 1998 por evitar el descenso en la First Division. Es decir, luchaban por no bajar a la tercera categoría del fútbol inglés. Cómo han cambiado las cosas para el equipo skyblue...
Era la penúltima jornada. Los dos necesitaban ganar. Y el City se adelantó nada más arrancar el encuentro gracias a un tanto de Kinkladze. Sheron igualó el marcador poco después. Y en el minuto 21 llegó la fatídica jugada. El gol en su portería de Jamie Pollock. El mejor gol en propia puerta de la historia. El choque terminó finalmente 2 a 2, con gol de Bradbury en el 48'. Un empate que terminaría por relegar al Manchester City a la Second Division. De ahí, en dos años, a regresar a la Premier League, y a la historia que hoy todos conocemos.
Por su parte, Jamie Pollock había jugado en Middlesbrough, Bolton Wanderers y un breve paso -de apenas dos partidos oficiales- en Osasuna, antes de recalar en el Manchester City. Era un mediocentro defensivo que en sus inicios llegaría a ser capitán de la selección inglesa sub-21, y sobre el que había grandes expectativas de futuro. Expectativas que nunca llegarían a cumplirse. Se retiraría con 29 años en el Birmingham City.
Para siempre, el dudoso honor de haber anotado, aunque no exista reconocimiento oficial, el que para la mayoría es el gol en propia puerta más espectacular de la historia. Hace justo 25 años.