
Leo Messi no seguir la próxima temporada en el París Saint-Germain. Hace unos meses tenía una propuesta para renovar con el club parisino más allá del próximo 30 de junio —que es la fecha en la que termina su contrato—, pero los acontecimientos se han precipitado en las últimas horas y la situación ha dado un giro de 180 grados: si hace unas semanas todo apuntaba a que Messi renovaría con el PSG, ahora mismo su futuro está lejos de París.
La gota que ha colmado el vaso es la última escapada del argentino a Arabia Saudí para hacer un viaje promocional, sin permiso del club de la Ligue 1 y apenas unas horas después de la derrota contra el Lorient (1-3). La directiva del PSG ha decidido sancionar al delantero con una suspensión de empleo y sueldo de dos semanas, sin entrenar ni jugar, lo que también ha acabado influyendo en el propio Leo acerca de su futuro.
La situación era bien distinta en enero pasado: Messi acababa de ganar el Mundial 2022 con la selección argentina en Qatar, país del Golfo Pérsico en el que su fondo soberano para el deporte, Qatar Sports Investment (QSI), es propietario del París Saint-Germain. El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, también como dueño del diez veces campeón de la liga francesa. Un puzzle donde todo encajaba a la perfección, así que la idea era mantener en el equipo a una de sus estrellas junto a Neymar y Kylian Mbappé, que estuvo a punto de recalar en el Real Madrid el año pasado pero finalmente decidió seguir en el PSG hasta 2025.
Un tridente que, sin embargo, está a punto de romperse. Un divorcio inexorable con la marcha del argentino, en principio rumbo a Arabia Saudí o a la MLS estadounidense.
En las últimas semanas había surgido la posibilidad de que Messi volviera al FC Barcelona, el club en el que el rosarino ha brillado durante 17 temporadas y que abandonó en 2021 para fichar precisamente por el PSG, aunque el regreso de Leo al Camp Nou suena a quimera.
Y es que la delicadísima situación económica del Barça hacen casi imposible encontrarle un hueco al argentino, básicamente por el fair play económico del club. Además, a pesar de todos los rumores que han surgido en los medios -especialmente desde Cataluña-, Messi sigue sin tener una oferta concreta del Barcelona. No es del todo imposible, pero sí muy complicado.
Messi tiene dos meses pro delante para decidir su futuro deportivo, que a esta hora pasa por Arabia Saudí o Estados Unidos. En cuanto a Arabia, el club Al Hilal, el gran rival del Al Nassr de Cristiano Ronaldo, le habría puesto al argentino una oferta muy suculenta encima de la mesa, con un sueldo de 400 millones de euros anuales, que es justo el doble de lo que CR7 está ganando en su nuevo club. El rosarino, que cumplirá 36 años el próximo 24 de junio, siente que todavía le queda fútbol en su cuerpo, aunque a nivel económico la propuesta del Al Nassr es irrechazable.
Respecto a Estados Unidos, la MLS estaría llamando a su puerta y el club que mayor interés habría mostrado en hacerse con sus servicios es el Inter Miami, cuyo propietario es David Beckham. Se especula que el club de Florida le pagaría a Messi 40 millones de euros al año.