Menú

Europa League

Bono ejerce de héroe en los penaltis ante la Roma y da al Sevilla su séptima Europa League (1-1)

Siete finales y siete títulos para los andaluces, que el próximo curso jugarán la Champions. Primera final continental que pierde Mourinho.

Siete finales y siete títulos para los andaluces, que el próximo curso jugarán la Champions. Primera final continental que pierde Mourinho.
Los jugadores del Sevilla posan con el trofeo de la Europa League conquistado en Budapest. | EFE

Palabra de Bono. Lo que el marroquí diga. El portero magrebí, nacido en Montreal y criado en Casablanca, se ha vuelto a vestir de héroe en la tanda de penaltis para dar al Sevilla su séptimo título de la Europa League. Los andaluces se han acabado llevando el gato al agua tras 120 minutos de alta tensión ante la Roma de José Mourinho, que finalizaron con empate (1-1) en el marcador: los giallorossi tuvieron una clara ocasión antes de la tanda fatídica, con un balón que se estrelló en el larguero, y acabaron claudicando ante un Sevilla que gana todas las finales de Europa League que juega.

La victoria lograda esta noche en Budapest tiene el premio añadido para los nervionenses de que la próxima campaña jugarán la Champions, con lo que habrá cinco equipos españoles en la máxima competición continental: Barcelona, Real Madrid, Atlético, Real Sociedad y Sevilla. En cambio, el infierno para la Roma. Los giallorossi, que ya no pueden acceder a la Champions, se acabaron quedando con la miel en los labios, en la primera final europea que pierde Mourinho, con dos Champions, dos Europa League y una Conference en su palmarés.

Fue una final de auténtico infarto, con mayoría de aficionados giallorossi en las gradas del Puskas Arena y un comienzo bastante espeso por parte de ambos equipos. El primer gran aviso fue de la Roma, a los 12 minutos, cuando Çelik protagonizó una eficaz acción para apurar la banda derecha. Casi sobre la línea de fondo, el turco cedió el balón atrás por abajo y remató su compañero Spinazzola casi en el punto de penalti. Su disparo fue potente pero demasiado centrado para que Bono desviara con buenos reflejos.

El Sevilla se hizo con la pelota, pero tampoco ponía en demasiados apuros a Rui Patrício. De hecho, el primer gol llevó sello italiano, superada la media hora. Cristante forcejeó con Rakitic en el círculo central, pero el árbitro no decretó nada mientras los hispalenses protestaban. Se llevó el cuero Mancini, que metió un pase en profundidad para el desmarque de Dybala y el argentino, entre algodones los días previos a esta final, se plantó enfrente de Bono para batir al meta marroquí. El cordobés se erigía así en el máximo artillero de su equipo en esta Europa League con cinco goles.

Reaccionó el conjunto de Mendilibar en los últimos minutos del primer acto y en el 43’ tuvieron una ocasión muy clara para empatar, con un cabezazo de Fernando a la salida de un córner botado por Ivan Rakitic. El remate del centrocampista brasileño se marchó por encima del larguero. Prácticamente inédito hasta entonces, Rui Patrício acumuló trabajo antes del descanso. Rozó el gol Rakitic, con un zurdazo desde la frontal del área al primer toque, que se estrelló en el poste en el tiempo añadido. Pero la Roma aguantó, logrando para su estadística no haber encajado gol en la primera mitad en 12 de sus 15 partidos.

A la vuelta de vestuarios, la mejor dinámica sevillista encontró el premio del 1-1 en el 55'. Jesús Navas centró al corazón del área para buscar una cabeza amiga. En el poste más cercano no alcanzó Lucas Ocampos; pero por detrás apareció En-Nesyri junto a Mancini. El central giallorosso, en su objetivo de marcar al ariete marroquí, golpeó la pelota sin querer y la introdujo en su propia portería. El gol del empate animó al Sevilla, que había remontado sus tres últimas finales de Europa League.

Rui Patrício tuvo un par de intervenciones, pero fue el equipo romano quien se acercó al gol. A raíz de una jugada a balón parado, se formó un barullo que acabó con remate de Chris Smalling a bocajarro en el área pequeña. Bono hizo una parada impresionante y el rechace lo tiró fuera Roger Ibañez cuando tenía la portería ante sí.

La tensión iba in crescendo y eso se plasmó en una aparente falta del propio Ibañez a Ocampos dentro del área. En primera instancia, el árbitro Anthony Taylor apreció zancadilla y señaló penalti, aunque luego rectificó tras consultar el VAR. La Roma reclamó poco después otra pena máxima, por mano de Fernando, pero Taylor tampoco pitó nada y el partido se encaminó hacia un desenlace de auténtico infarto.

En el 85', una falta en tres cuartos de campo fue botada por Lorenzo Pellegrini con picardía: el capitán de la Roma se la puso en largo a su compañero Andrea Belotti, desmarcándose entre línea. El delantero se estiró, en escorzo, y tocó con la puntera, obligando a Bono a intervenir para evitar el 1-2. Fue córner, pero Taylor no lo entendió así. En los banquillos, Mendilibar y Mourinho se mostraban reticentes a mover más piezas porque se avecinaba la prórroga. A punto estuvo En-Nesyri de evitarla, con un cabezazo por encima del larguero, pero el tiempo extra parecía ya inexorable.

No obstante, ambas escuadras reservaron fuerzas para la siguiente batalla de 30 minutos. Regresó entonces la espesura del inicio de partido, con miedo a equivocarse y sin que ninguno de los contendientes amenazase en el área contraria. Apenas sacó un córner Rakitic, pero sin hallar rematador, y se agotó ahí el primer capítulo de la prórroga. Un tiro lejano del sevillista Nemanja Gudelj, a media altura, abrió las hostilidades de esa segunda parte del tiempo extra. Pero la energía escaseaba en los dos clubes, incluyendo un par de parones por atención médica a Smalling y luego a Matic, con sendas molestias musculares. Con ello, los giallorossi apuraban el cronómetro mediante cualquier arte. Muy típico del fútbol italiano.

Muy poco fútbol y menos ocasiones aún en la prórroga hasta que, en el último suspiro, Smalling cabeceó al travesaño un saque de esquina. La pelota no entró y se llegó a los penaltis. Una tanda en la que Mancini e Ibañez fallaron el segundo y tercer lanzamiento de los romanos, respectivamente. Sí que marcaron los sevillistas Ocampos, Lamela y Rakitic, antes de que emergiera Gonzalo Montiel para anotar el penalti decisivo después de que el árbitro lo mandase repetir, pues Rui Patrício lo había parado ilegalmente al tener los dos pies por delante de la línea.

El defensa argentino, que ya dio a su selección el título de campeón en el pasado Mundial de Qatar transformando otra pena máxima en la tanda definitiva, vivió la gloria otra vez desde los 11 metros. Engañó a Rui Patrício, con su segundo disparo al lado opuesto, y abrochó el séptimo entorchado del Sevilla en la Europa League, su competición fetiche. Con el premio, además, de jugar la Champions la próxima temporada. No hay quien pueda con el Sevilla en la competición continental: de coquetear con el descenso hace poco más de dos meses a saborear las mieles del éxito para cerrar con un título una temporada que apuntaba a ser desastrosa.


Ficha técnica

Sevilla, 1: Bono; Jesús Navas (Montiel, m.95), Gudelj (Marcao, m.128), Badé, Alex Telles (Rekik, m.95); Fernando (Jordán, m.128), Rakitic; Ocampos, Óliver Torres (Suso, m.46), Bryan Gil (Lamela, m.46); En-Nesyri
AS Roma, 1: Rui Patricio; Smalling, Mancini, Ibáñez; Çelik (Zalewski, m.91), Matic (Bove, m.120), Cristante, Spinazzola (Diego Llorente, m.106); Pellegrini (El Shaarawy, m.106); Dybala (Wijnaldum, m.68), Abraham (Belloti, m.75)

Goles: 0-1, m.34: Dybala; 1-1, m.55: Mancini, en propia puerta
Tanda de penaltis: 1-0, Ocampos (gol). 1-1, Cristante (gol). 2-1, Lamela (gol). 2-1, Mancini (para Bono). 3-1, Rakitic (gol). 3-1, Ibañez (al palo). 4-1, Montiel (gol).
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó por parte del Sevilla a Rafa Mir (m.36, estando en el banquillo), Rakitic (m.65), Lamela (m.109), Jordán (m.120, estando de suplente), Montiel (m.124) y Ocampos (m.130), y, por el lado del Roma, a Matic (m.21), Pellegrini (m.45), Mancini (m.47), Cristante (m.65), Çelik (m.78), a un ayudante técnico (m.82) y Zalewski (m.105)
Incidencias: Final de la Europa League 2022/23 disputada en el Estadio Puskás Arena de Budapest (Hungría) ante algo más de 60.000 espectadores —la mayoría de ellos seguidores de la Roma—, que casi completaron su aforo

Temas

0
comentarios